De Heyssel a Heyssel hubo una noche en Mestalla. Un eje de simetría entre el 14 de mayo de 1980 y el 29 de mayo de 1985. Miércoles, 29 Septiembre de 1982. VCF-Manchester Utd. Primera ronda de la Uefa. 0-0 en Old Tradford y las espadas en todo lo alto para la vuelta. No empezó bien la liga el Valencia pero nada hacía presagiar que el primer curso de la decadencia tomaba cuerpo entre bastidores. La Uefa, ya desde el principio, fue una tregua. La única competición donde el equipo dio la cara. La temporada del regreso de Kempes. Enfrente un clásico, el Manchester de Bobby Robson, el capitán de la selección inglesa. La contienda venía viciada por la memoria de navajazos y agresiones padecidas en Bruselas dos años atrás, en la final de la Recopa contra el Arsenal. El otro Heyssel aún era impensable pero el valencianismo ya conocía de cerca la barbarie de los hooligans. La atmósfera desprendía electricidad. Extrañamente, los ingleses fueron ubicados en la grada baja del corner que une el Gol Gran con la Numerada, sector 3 y 4. Antes del descanso marcó el Manchester y todo hacía presagiar lo peor. No obstante, mediado el segundo periodo empató Solsona de penalty. Entonces, desde las sillas de gol comenzaron a lanzar petardos contra los ingleses que se abalanzaron hacia las primera filas a modo de huida. Ahí se produjo el choque. Llovieron sillas, botes, piedras. Vi a llauros sacar cadenas y a socios de toda la vida pegar un paso al frente sin miedo al conato. Nadie miraba el partido. O casi nadie. De repente, apenas un par de minutos después del empate, un estruendo en forma de gol nos recordó que lo sustancial acontecía en el césped. El gol de la clasificación. Un gol con eco. La remontada. Casi nadie lo vio. De ahí el eco. La minoría lo festejó en directo. La mayoría, pasados unos segundos. La pelota estaba dentro, empujada por Roberto, sobre cuyos goles emblemáticos en la portería del fondo norte cabría escribir otro post. Lo inaudito es que por obra y gracia de ese gol-milagro cesó la violencia. Mestalla en pleno saboreó la más hermosa de las venganzas mientras la policía se llevaba a los tarados de rojo. Fue una catarsis vibrante, coronada por un cántico tradicional y muy de la casa: "fill de puta, fill de puta". Su destinario era un ellos difuso y tribal pero las nueces las recogió un tipo de barriga inmensa y cabellera rojiza. Arrancaba sillas con una facilidad pasmosa. Una especie de Bud Spencer made in Old Tradford. Lo redujeron entre varios agentes y el apoyo moral de la parroquia. Ese mismo sábado, en Informe Semanal, se diseccionó la incipiente violencia en el fútbol a partir de lo sucedido en Mestalla. En los archivos de TVE deben constar las imágenes de los incidentes. Pena que no podamos ver el gol de Roberto. Llevo más de 25 años intuyéndolo.
Rafa Lahuerta Yúfera
Socio del Valencia CF
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QUE FUERTE, tenía ese partido olvidado, aparcado en uno de esos lugares recónditos del cerebro y tu me lo has hecho recordar. Yo era apenas un niño de 10 años, Roberto era uno de mis ídolos y si te digo la verdad no se si vi el gol, tal vez no lo ví, pero siempre tuve la sensación de haberlo visto.
ResponEliminaAún hoy sigo dudando
Grandioso el relato, como de constumbre rafa. quiero matizar q en esa epoca los Yomus todavia no existian...
ResponEliminapor cierto cada vez q hablas de decadencia me acojono mas por la situacion q vivimos actualmente
un saludo
Joan
Sin ánimo de ser puntilloso, hay un detalle erróneo (y lo recuerdo perfectamente por mi ubicación en el campo): los hooligans estaban en Sillas Gol Sur, es decir, arriba de los sectores que citas. Desde allí meaban a los aficionados de los sectores 3 y 4 y el enfrentamiento se produjo con los espectadores de la general de pie que tenían arriba. Eso no obsta para que el post sea espléndido.
ResponEliminaNo Paco, también había donde yo digo. Ten en cuenta que yo estaba en el sector 5 y ví claramente la carga en grada baja y sobre todo la memorable actuación del pelirrojo Budespenceriano arrancando sillas como si estuviera recogiendo melones.
ResponEliminaSeguro que también sucedió lo de la meada y es muy posible que los petardos fueran lanzados desde la general (mi perspectiva visual era limitada) pero los incidentes que yo ví fueron los de los sectores 3-4. Es más, hubo algunos hooligans que huyeron de la redada corriendo por entre nosotros, que lógicamente flipábamos. De hecho, la policia entró por las puertas de acceso al campo y se llevó a algunos de ellos por los vomitorios de la grada baja. Eso seguro.
saludos
Rafa
¡Cómo han cambiado las cosas! Sobre todo desde 1985 a esta parte. En la última visita del Manchester, teníamos detrás a unos hinchas del Manchester, unos jovenzuelos. Un dechado de educación y pulcritud, aunque en esta ocasión fue mi padre el hooligan que, a cada falta cometida sobre Aimar se giraba como un energúmeno y les decía a los ingleses: ¿Lo has visto, lo has visto?
ResponEliminaCorrecto, Rafa, fue en la parte baja, en los sectores que mencionas, sin duda. Yo, viendolo desde el sector 7, recuerdo sobre todo sillas volando. Y del gol de Robert, pues como casi todos, ni verlo.
ResponEliminaEl capitan de aquel Manchester era Brian Robson y destacaba sobre manera un delantero Norirlandés llamado Norman Whiteside que iba para figura, iba....
Un saludo
Jose Miguel Lavarías
El detalle que relata Paco Gisbert se comenta en el libro que el club editó para el 75 aniversario. Creo recordar que se aduce en este sentido una cita del libro "Entre los vándalos" de Bill Buford. Una pena que haya prestado el ejemplar a un amigo granota, ya que podría haberla copiado.
ResponEliminaEl hecho de que hubiese ingleses ubicados en las partes bajas del graderío lo corrobora también una foto que aparece en el libro mencionado anteriormente. La tengo escaneada desde hace tiempo, si la quisiérais utilizar para ilustrar esta entrada la podría enviar a la dirección del blog.
Un saludo y gracias por ayudarnos durante la semana pasada a conocer más la figura de Peris!
Neofito, yo tengo el libro "entre los vandalos" y el yanki de Burton si mal no recuerdo no hace ninguna referencia al VCF-Manchester. En el libro q si hacen referencia es en el "fiebre en las gradas" de Nick Horby sobre los incidentes en la final de Heysel de nuestro equipo contra el arsenal
ResponEliminaJoan
Seguramente tienes razón Joan. Ahora no dispongo del libro, pero puede que la cita de "Entre los vándalos" (obra que aparece también en la bibliografía) tenga únicamente la intención de contextualizar lo que se narra sobre el VCF-Manchester United.
ResponEliminaSaludos!
Neofito, como bien comentas el libro "entre los vandalos" habla de los seguidores del Manchester pero sobre incidentes acaecidos a finales de los años 80 y el mundial de Italia 90, y lo de Valencia fue en el 82
ResponEliminaun saludo
Joan
Exacto Miguel, Brian. Siempre me lio con Boby. Había otro, un tal Stapleton, que era el típico tanque inglés que daba miedo.
ResponEliminaPor cierto, hay algo de esa eliminatoria que siempre me ha cautivado. Entonces, el Manchester era un clásico pero no ese equipo rutilante en el que se convirtió a principios de los 90'.
Rafa
Vi el partido bajo del reloj en general de pie del Gol Gran. Los incidentes más fuertes tuvieron lugar en el sector 3, cerca del corner. Yo recuerdo el gol en la portería de enfrente. El árbitro era un rumano, Igna. Creo que esa noche se fue a Suso´s invitado y bien acompañado. Ahí también se ganaban partidos en aquella época. El United tenía un equipazo. La media era la de la selección inglesa: Robson, Wilkins y Steve Copell. Arriba Stapleton que había jugado con el Arsenal la final de la Recopa en Heyssel y Whiteside que había jugado el Mundial en Mestalla con Irlanda del Norte. No sé como los eliminamos pero lo sospecho.
ResponEliminaSaludos.
Paco Lloret
por curiosidad y leyendo el ultimo comentario del sr Lloret, fue muy escandaloso el arbitraje a favor del VCF?. aun recuerdo los robos tan brutales en UEFA contra la Roma, Oporto.....
ResponEliminaSí las cosas como sean, aquel arbitraje fue casero. Era la norma de entonces.En efecto, los dos arbitrajes sufridos con el Oporto en el 89 fueron sospechosos. El presidente del Oporto, Pinto da Costa, ha sido investigado en Portugal por amañar partidos. Tiene una pésima reputación. El de la Roma en Mestalla fue demencial, dos goles legales anulados y un penalty clamoroso a Penev. Pero el Valencia antes solía hacerles la vida agradable a los colegiados. Jesús Barrachina podría escribir un libro.
ResponEliminaSaludos.
Paco Lloret.
Sí las cosas como sean, aquel arbitraje fue casero. Era la norma de entonces.En efecto, los dos arbitrajes sufridos con el Oporto en el 89 fueron sospechosos. El presidente del Oporto, Pinto da Costa, ha sido investigado en Portugal por amañar partidos. Tiene una pésima reputación. El de la Roma en Mestalla fue demencial, dos goles legales anulados y un penalty clamoroso a Penev. Pero el Valencia antes solía hacerles la vida agradable a los colegiados. Jesús Barrachina podría escribir un libro.
ResponEliminaSaludos.
Paco Lloret.
La foto de Roberto es la del Valencia-Hércules (3-1) de 1986, una semana antes de bajar a segunda. Una tarde de lluvia, víspera de san Vicente. Los alicantinos bajaron ese mismo día.
ResponEliminaBT