divendres, 6 de febrer del 2009

Los mítines de Mestalla

·
El present article és una nova versió augmentada de part del llibre de l’autor, El nacimiento de la ciudad deportiva. La Valencia de hurras y alirones. Ed. Ruzafa-Show, Valencia, 2008.

Aquí están esas dos fotos. Mestalla a vista de pájaro en los instantes previos a la congregación de asistentes al mitin de la Derecha Regional Valenciana y de la CEDA, protagonizado por Luis Lucia y José María Gil Robles. Hubo un tiempo, un verano de 1935, en el que la dirección de la política española, y la posición de los distintos bloques políticos se manifestó en el campo de Mestalla.

El acto grandioso de Mestalla, la fabulosa organización de Mestalla, la capacidad de Mestalla… Des el punto de vista de la movilización, los actos de Mestalla señalan un antes y un después en la política.

El 26 de mayo de 1935 se celebra el mitin de las izquierdas en el campo de Mestalla, al que acuden unas 60.000 personas. Como respuesta a la intensa propaganda y al éxito organizativo de Azaña, el día 30 de junio la CEDA, en colaboración con la Derecha Regional Valenciana decide realizar dos concentraciones simultáneas. Una en el mismo lugar donde habló Azaña, en el campo de Mestalla, incorporando también como recinto para acoger al público el recinto de la Hípica y la Plaza de Toros, y la otra en Medina del Campo.

El domingo 30 de junio de 1935, 40 trenes especiales, coches y autocares, un buque de Baleares y la propia fuerza nutrida de la DRV se congregan en un mitin conjunto entre la Plaza de Toros y el campo de Mestalla. En este mitin multitudinario, las bandas de música interpretan el himno de la Juventud de Acción Popular, y el Himno Regional, con un escenario en el campo con dos cuadros confeccionados por la organización de Algemesí: uno representando a Gil Robles conduciendo a España, y otro de Luis Lucia conduciendo a Valencia, con las palabras “Presente, y adelante”.

Para competir con Izquierda Republicana y la Derecha Regional Valenciana, el PURA, el 7 de julio, se ve impelido a escoger también el campo de Mestalla y demostrar su solvencia organizativa y su capacidad de convocatoria política.

El diputado republicano, don Juan Calot, el que según Joan Fuster se dirigía a los suyos con ese gran eslogan de “Menos Rat Penat, y más República”, y que moriría asesinado en 1936 por los milicianos, declaraba a la prensa, para evitar interpretaciones de cifras de asistencia (porque la guerra de cifras no nació ayer ni antes de ayer), que el aforo era el que era:

“Para que no haya discusiones respecto de cifras, quiero decir, desde ahora, que el aforo auténtico del campo de Mestalla, sin sillas, y estando las personas codo a codo, es de 89.000 espectadores. Hasta ahora van repartidas 110.000 entradas, porque 21.000 asistentes al acto serán colocados en las inmediaciones del campo de Mestalla y escucharán los discursos mediante una adecuada instalación de altavoces. Por tanto, digan lo que digan después los que calculan cifras de muchedumbres, en Mestalla, dentro del campo habrá 89.000 personas, porque no cabe absolutamente una más, y fuera habrá, cuando menos, 21.000. Esto hasta el viernes. De aquí al domingo veremos a que cifra llegamos. Desde luego, el entusiasmo es enorme y el éxito será clamoroso”.

Mestalla inicia la serie de la campaña de discursos “en campo abierto”, en los que Azaña destila su propuesta de coalición entre republicanos y socialistas, clamando con su mensaje “Todavía hay República en España, todavía están vigentes nuestros derechos”.

Mestalla es lugar simbólico en el que se hace efectiva la alianza férrea entre DRV y la CEDA, y en el que las declaraciones de republicanismo institucional de Lucia provocarán la hostilidad del mundo monárquico. Mestalla será el espacio en el que para evitar la acusación de demasiado autonomismo, Lucia tendrá que repartir por cada diez banderines de DRV con la senyera, una bandera española que desactive la crítica en el mundo de la derecha.

Mestalla será el lugar del mitin al que pudo acudir la Lliga, pero en el último momento se mantuvo al margen. La campaña de los tres mítines continúa el 14 de julio, aniversario de la apertura de las Cortes Constituyentes en el campo de Lasesarre en Baracaldo, y el 20 de octubre en Comillas.

La política decimonónica fue una política de teatros y recintos cerrados. La crónica política del siglo XIX y del primer tercio del siglo XX es el relato en Madrid, en Barcelona, en Valencia, de las concentraciones en cines, teatros o frontones, el Jai-Alai, el Novedades, el Tïvoli, el Moderno, la Comedia.

Nuestro Mestalla cambió la tendencia de la actividad política. Son innumerables las crónicas de acontecimientos, biografías políticas, memorias o simples libros de historia, en los que las grandes decisiones sobre las alianzas electorales o la dirección a emprender por los partidos se asocian al nombre de Mestalla.

Con el aumento de la efervescencia y la participación ciudadana, los actos políticos, que en el primer tercio de siglo se desarrollan en frontones, teatros o plazas de toros, dan el salto a los campos de fútbol, y el campo de Mestalla se convierte en protagonista de la revolución espacial en campo de la política de masas. Valencia y Mestalla son puntos de referencia de la política española.

Los resultados económicos de la conversión de Mestalla en escenario político fueron inmejorables. El semanal Acció glosaba los beneficios económicos de los actos en comparación con la temporada del Valencia F.C.:

El Valencia F.C. està traent-se l’espina de la temporada futbolística ab tota la MENA de mítines que estan donant al seu camp. Ja es parla de comprar un jugador, ab el líquid del partit Azaña, tres ab la recaptació de l’acte Lucia-Gil Robles i pot ser atres tants del resultat de l’exhibició radical-autonomista. Males llengües diuen que la Directiva del Valencia F.C. ha establit una sèl.lula dins de cada partir per aconseguir que fins la nova temporada hi haja una nova presentació de partits a Mestalla. I que el sistema va donant resultat. Nosatres ja estem preparant-se per a escoltar a Mestalla, al Melquíades, l’Albiñana, etc.

Ese también, fue nuestro Mestalla. Ahí está, a vista de pájaro, con la acequia, los muelles de la estación de Aragón, la primitiva tribuna, las instalaciones del Sporting Club de Tenis, la Hípica al fondo, las casitas de la calle General Pando. Aquel Mestalla de un caluroso domingo de junio de 1935.


Miquel Nadal
Socio del Valencia CF
·

7 comentaris:

  1. Brutal. Impresionante.

    Gràcies Miquel.

    BT

    ResponElimina
  2. Fantàstic Miquel.

    M'abuelo em recordava molt el mitin d'Azaña, quan jo tornava eufòric d'algun partit de Mestalla: "No hi hauria tanta gent com aquell dia. En el mitin d'Azaña -insistia- hi havia un feix de milions de persones".

    V. Chilet

    ResponElimina
  3. Como ya le dije una vez al autor: un trabajo magnífico y referencia imprescindible desde su publicación. Recomiendo fervientemente la lectura del libro en su totalidad.

    ResponElimina
  4. ¡Vaya dos fotografías!

    Pocos de aquellos testigos del mitín sospecharían lo que se avecinaba los años siguientes. A más de uno le hubiera gustado estar allí ese día.

    Aunque no venga a cuento, yo estuve en la década de los 60 el algo que se llamaba la Europeade de tipo folkórico que se hizo una noche en Mestalla. Me pareció espectacular por el colorido y la música.

    A. Cardona

    ResponElimina
  5. Excelente.

    Ese Mestalla que se apaga está ya y para siempre ( ¿cabrá alguna duda?) en la historia social de la ciudad.

    ResponElimina
  6. Com ja li he comentat a l'autor, casualment estic preparant un article sobre els mitings a Mestalla, però durant els anys de la Guerra.
    Felicitats Miquel.

    Josep Bosch

    ResponElimina

Si ho desitges, pots afegix el teu comentari sobre este article.