·
Yo le vi el culo a Kempes
Casi todo se ha escrito ya sobre la “intensa” temporada 1982-83 del VCF: Tres entrenadores, dos presidentes, varios miles de almohadillas como proyectiles cayendo sobre el césped, la deuda del club se dispara tras el Mundial, grandísimas noches europeas en Mestalla y por todo el continente, Soriano Aladrén en TVE…..Aún así, todas estas “minucias” quedan holgadamente ninguneadas por el trueno final…sí, la 82-83 es la temporada del gol de Tendillo.
No obstante, merece la pena recoger algunos retales, como jirones, de aquella época, que, a muchos, nos cambió la vida, de manera irreparable, tatuándonos en nuestro corazón una forma de ser, coronada por un murciélago sobre nuestro corazón.
20 de Septiembre 1982 Valencia 0 – Las Palmas 0
Hasta los más eruditos del lugar, deben, al menos por salud mental, haber borrado de su memoria semejante engendro. Desde luego, quien asoció el término “fútbol” a la palabra “espectáculo”, no pensaba precisamente en este acontecimiento histórico. Puedo apostar una moderada suma de dinero a que soy el único de los 35.000 espectadores allí presentes y que sigan con vida que recuerda a la perfección semejante partido. No, no es nada extraordinario, es sencillo: aquella soleada tarde, por primera vez en mi vida, con 6 años de edad, visitaba, por vez primera, el Estadio entonces llamado “Luis Casanova”…¡cómo olvidarlo!.
Recuerdo que lo que más me sorprendió, dado que estaba en Tribuna Central, es que no se escuchaban por ninguna parte los comentarios de los reporteros de televisión, en efecto, era como verlo por el UHF, pero sin voz.
Me chocó también el intenso olor a puro y a césped fresco. De hecho, el olor a puro siempre lo he asociado, desde entonces a Mestalla. Cuando mi tío nos visita en casa, o en una “boda-bautizo-comunión” es penetrar en mi nariz el humo de un puro y puedo cerrar los ojos y viajar a un Mestalla soleado… no “huele a puro”, yo digo “huele a Mestalla”.
Recuerdo al rival, amarillo-azul, la barba de Castellanos, el verde de Sempere, el golpe seco del balón, el murmullo de la afición…nunca lo olvidaré, ni puedo…ni quiero.
19 de Diciembre de 1982 Valencia 0 – Celta 1
Mi segunda o tercera visita a Mestalla.
Había quien decía que desde su frustrado traspaso a River, el Matador ya no era el mismo. Mirando su estadística en aquella temporada (13 Goles), las cifras no cierran el debate, no obstante, la comidilla general era que la etapa del más grande jugador del VCF de todos los tiempos estaba llegando a su fin. Por eso yo, un niño recién llegado al Templo, retenía en la retina cualquier gesto, cualquier detalle del astro argentino, como quien contempla algo mágico, histórico, universal…y caduco.
El balón queda suelto cerca del banquillo local, en banda izquierda de ataque valencianista, Mario Alberto Kempes lucha por la pelota con un defensa vigués. Kempes mete el cuerpo y estira la pierna para controlar el balón en un gesto famoso por su plasticidad y belleza, el jugador de rojo se abalanza sobre el argentino y voluntariamente le intenta frenar haciéndole falta agarrándole de la camiseta. Por desgracia (para el pudor general), no es la camiseta lo que el celtiña agarra, sino la pantaloneta del jugador valencianista, que se estira hasta el infinito y cae hasta bajo los muslos, mostrando o bien un calzoncillo blanco bien sudado o bien la ausencia del mismo.
Sonrío avergonzado, nuestros vecinos de grada hacen la burla lógica “Kempes… ¡Que se te ve el culo!”.
A Kempes, yo le vi el culo, tardé más en verle marcar un gol.
·
El partido soñado.
23 de Enero de 1983 Valencia 1 – Osasuna 1
Nunca vi a Kempes marcar un gol en jugada, sólo el recuerdo vago de un gol de penalti en un 1 a 1 (deduzco pues la fecha desde las estadísticas) contra Osasuna y (tal vez) en la prórroga de penalties de años después contra el Sporting de Gijón, son mis únicos recuerdos del gran goleador.
Nunca vi lo que muchos vieron y disfrutaron. Me creo lo que me cuentan. Disfruto hoy al “Guaje” Villa como un guiño a la historia y al futuro.
26 de Febrero de 1983 Valencia 1 – At. Madrid 0
Si en mis 4 o 5 partidos en Mestalla había prendido mil detalles, en éste partido descubrí, por vez primera, la llamada “afición del Valencia”. Especie única, endemismo específico…simpático sujeto.
Nuestro vecino de localidad, hombre chaparro y gritón, pendenciero y “almohadillero”, de voz aguda y altisonante, pasó todo el partido haciendo burla de Castellanos. Aún recuerdo (no sé datar el acontecimiento) la mítica frase “hale, Sempereeee, ja te han colat otro supositorio”…. El bravo y barbudo centrocampista valencianista era hoy su diana.
Castellanos agarra el balón a distancia estratosférica, se perfila para el disparo. Raudo mi vecino se alza de su silla para pronunciar un chirriante: “Castellanos NOOOOOOOO….GOOOOOLLLL” y abrazarse con todo el que pasa por allí.
Asi nos hace el fútbol, del “noooooo” al “gooool” en cuestión de décimas de segundo.
Pese a la victoria, al acabar el partido, almohadilla a presidencia. “fueeeeraaaaa”. La almohadilla impacta, sorprendentemente en su objetivo. El presidente Tormo se gira indignado. Imposible localizar al agresor, se ha escabullido avergonzado…..Hasta el próximo partido.
2 de Marzo de 1983 Valencia 1 Anderlecht 2
No puedo asegurar que estuviera en Mestalla. Lo más probable es que no, sin embargo, como una imagen imborrable, me viene al recuerdo Adjutorio Serrat, vestido de la Senyera contra un equipo de morado con una gran “G” en la camiseta, la luz nocturna sobre el césped, el ambiente europeo que tardaría años en repetirse…¿estuve allí?, ahora creo que sí…imposible recordarlo….más difícil olvidarlo.
1 de Mayo de 1983 Valencia 1 – Real Madrid 0
No, aquel día no estuve en Mestalla. Mi recuerdo es el de mis hermanos y mis padres sonrientes al llegar a casa, donde les esperaba vestido con mi senyera. “¡Rápido, Estudio Estadio!”. Tendillo vuela (tenía 6 años, ¡a mi me lo parecía!) sobre el punto de penalti rival, la palomita d e Agustín es más plástica que efectiva. En casa se repiten los abrazos.
Emoción.
Parecía el final de una época, pero, desgraciadamente, sólo fue el principio…pero eso es otra historia.
AMUNT VALÈNCIA
Sergi Calvo
Socio del Valencia CF
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Yo le vi el culo a Kempes
Casi todo se ha escrito ya sobre la “intensa” temporada 1982-83 del VCF: Tres entrenadores, dos presidentes, varios miles de almohadillas como proyectiles cayendo sobre el césped, la deuda del club se dispara tras el Mundial, grandísimas noches europeas en Mestalla y por todo el continente, Soriano Aladrén en TVE…..Aún así, todas estas “minucias” quedan holgadamente ninguneadas por el trueno final…sí, la 82-83 es la temporada del gol de Tendillo.
No obstante, merece la pena recoger algunos retales, como jirones, de aquella época, que, a muchos, nos cambió la vida, de manera irreparable, tatuándonos en nuestro corazón una forma de ser, coronada por un murciélago sobre nuestro corazón.
20 de Septiembre 1982 Valencia 0 – Las Palmas 0
Hasta los más eruditos del lugar, deben, al menos por salud mental, haber borrado de su memoria semejante engendro. Desde luego, quien asoció el término “fútbol” a la palabra “espectáculo”, no pensaba precisamente en este acontecimiento histórico. Puedo apostar una moderada suma de dinero a que soy el único de los 35.000 espectadores allí presentes y que sigan con vida que recuerda a la perfección semejante partido. No, no es nada extraordinario, es sencillo: aquella soleada tarde, por primera vez en mi vida, con 6 años de edad, visitaba, por vez primera, el Estadio entonces llamado “Luis Casanova”…¡cómo olvidarlo!.
Recuerdo que lo que más me sorprendió, dado que estaba en Tribuna Central, es que no se escuchaban por ninguna parte los comentarios de los reporteros de televisión, en efecto, era como verlo por el UHF, pero sin voz.
Me chocó también el intenso olor a puro y a césped fresco. De hecho, el olor a puro siempre lo he asociado, desde entonces a Mestalla. Cuando mi tío nos visita en casa, o en una “boda-bautizo-comunión” es penetrar en mi nariz el humo de un puro y puedo cerrar los ojos y viajar a un Mestalla soleado… no “huele a puro”, yo digo “huele a Mestalla”.
Recuerdo al rival, amarillo-azul, la barba de Castellanos, el verde de Sempere, el golpe seco del balón, el murmullo de la afición…nunca lo olvidaré, ni puedo…ni quiero.
19 de Diciembre de 1982 Valencia 0 – Celta 1
Mi segunda o tercera visita a Mestalla.
Había quien decía que desde su frustrado traspaso a River, el Matador ya no era el mismo. Mirando su estadística en aquella temporada (13 Goles), las cifras no cierran el debate, no obstante, la comidilla general era que la etapa del más grande jugador del VCF de todos los tiempos estaba llegando a su fin. Por eso yo, un niño recién llegado al Templo, retenía en la retina cualquier gesto, cualquier detalle del astro argentino, como quien contempla algo mágico, histórico, universal…y caduco.
El balón queda suelto cerca del banquillo local, en banda izquierda de ataque valencianista, Mario Alberto Kempes lucha por la pelota con un defensa vigués. Kempes mete el cuerpo y estira la pierna para controlar el balón en un gesto famoso por su plasticidad y belleza, el jugador de rojo se abalanza sobre el argentino y voluntariamente le intenta frenar haciéndole falta agarrándole de la camiseta. Por desgracia (para el pudor general), no es la camiseta lo que el celtiña agarra, sino la pantaloneta del jugador valencianista, que se estira hasta el infinito y cae hasta bajo los muslos, mostrando o bien un calzoncillo blanco bien sudado o bien la ausencia del mismo.
Sonrío avergonzado, nuestros vecinos de grada hacen la burla lógica “Kempes… ¡Que se te ve el culo!”.
A Kempes, yo le vi el culo, tardé más en verle marcar un gol.
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El partido soñado.
23 de Enero de 1983 Valencia 1 – Osasuna 1
Nunca vi a Kempes marcar un gol en jugada, sólo el recuerdo vago de un gol de penalti en un 1 a 1 (deduzco pues la fecha desde las estadísticas) contra Osasuna y (tal vez) en la prórroga de penalties de años después contra el Sporting de Gijón, son mis únicos recuerdos del gran goleador.
Nunca vi lo que muchos vieron y disfrutaron. Me creo lo que me cuentan. Disfruto hoy al “Guaje” Villa como un guiño a la historia y al futuro.
26 de Febrero de 1983 Valencia 1 – At. Madrid 0
Si en mis 4 o 5 partidos en Mestalla había prendido mil detalles, en éste partido descubrí, por vez primera, la llamada “afición del Valencia”. Especie única, endemismo específico…simpático sujeto.
Nuestro vecino de localidad, hombre chaparro y gritón, pendenciero y “almohadillero”, de voz aguda y altisonante, pasó todo el partido haciendo burla de Castellanos. Aún recuerdo (no sé datar el acontecimiento) la mítica frase “hale, Sempereeee, ja te han colat otro supositorio”…. El bravo y barbudo centrocampista valencianista era hoy su diana.
Castellanos agarra el balón a distancia estratosférica, se perfila para el disparo. Raudo mi vecino se alza de su silla para pronunciar un chirriante: “Castellanos NOOOOOOOO….GOOOOOLLLL” y abrazarse con todo el que pasa por allí.
Asi nos hace el fútbol, del “noooooo” al “gooool” en cuestión de décimas de segundo.
Pese a la victoria, al acabar el partido, almohadilla a presidencia. “fueeeeraaaaa”. La almohadilla impacta, sorprendentemente en su objetivo. El presidente Tormo se gira indignado. Imposible localizar al agresor, se ha escabullido avergonzado…..Hasta el próximo partido.
2 de Marzo de 1983 Valencia 1 Anderlecht 2
No puedo asegurar que estuviera en Mestalla. Lo más probable es que no, sin embargo, como una imagen imborrable, me viene al recuerdo Adjutorio Serrat, vestido de la Senyera contra un equipo de morado con una gran “G” en la camiseta, la luz nocturna sobre el césped, el ambiente europeo que tardaría años en repetirse…¿estuve allí?, ahora creo que sí…imposible recordarlo….más difícil olvidarlo.
1 de Mayo de 1983 Valencia 1 – Real Madrid 0
No, aquel día no estuve en Mestalla. Mi recuerdo es el de mis hermanos y mis padres sonrientes al llegar a casa, donde les esperaba vestido con mi senyera. “¡Rápido, Estudio Estadio!”. Tendillo vuela (tenía 6 años, ¡a mi me lo parecía!) sobre el punto de penalti rival, la palomita d e Agustín es más plástica que efectiva. En casa se repiten los abrazos.
Emoción.
Parecía el final de una época, pero, desgraciadamente, sólo fue el principio…pero eso es otra historia.
AMUNT VALÈNCIA
Sergi Calvo
Socio del Valencia CF
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5 comentaris:
La 82-83 fue lo más parecido a la 2007-08, pero con un final mucho más cardiaco y demoledor que yo ahora mismo no podría soportar.
Si recuerdo todos los partidos a los que aludes por distintos motivos.
El 20 de septiembre era mi cumpleaños, 11 aquel septiembre del 82. Debió ser partido de sábado noche como marca la tradición y el hecho de jugarlo en domingo creo que fue el motivo por el que nadie se alarmara ante ese 0-0 que hacía presagiar lo peor.
El 0-1 contra el Celta desató la primera gran bronca del año, y recuerdo al inefable Castellanos girándose hacia la numerada con los brazos en alto. Ese gesto desesperaba a mi padre, que siempre bramaba: "gira`t a tribuna fill de puta, gira`t a tribuna". Muy surrealista. No le importaba el hecho, le importaba que se girara hacia donde él estaba...
El día del Atleti con gol nocturno del barbas pasará también a la historia por la sanción a kempes, tendenciosamente televisada una y mil veces por el no menos inefable Toni Lara. Otro que tal.
De la 82-83 también es la vuelta contra el Manchester Utd (palos a granel), la noche de la riada contra el Banik y el golazo sublime de Solsona a Dassaev en tarde europea (era festivo y se jugó a las 17'00)
De la noche a la mañana supimos que estábamos en crisis. Y que lo peor, como siempre, estaba por venir.
A título personal un apunte; en enero de 1982 me convertí en el socio número 1 infantil del VCF. Lo fui hasta 1986. Me gusta recordarlo porque es lo único a lo que he llegado en la vida. Como Joselito, yo también fui un niño prodigio. Socio número 1 infantil. Como le pasó a Joselito, vivo de aquello. Otro juguete roto.
bar Torino
En la línea del mencionado "destape" de Kempes, recuerdo haber visto en directo por televisión el de Leonardo en uno de sus primeros partidos como valencianista (VCF-Espanyol 91-92).
Muy interesante y evocador el recorrido por aquellos encuentros de la campaña 82-83.
Saludos!
Leonardo de Araujo era además muy apreciado por el público femenino por su bien parecido físico. La publicación de la fotografía en prensa de su miembro viril y la (pudorosa) emisión en TVE de la escena, causó un gran revuelo entre mis compañeras de clase... Nosotros, más pragmáticos y adolescentes, tendíamos a compararlo con el de Emilio Butragueño, también publicitado a bombo y platillo (elogiando, como no, su poderío físico, símbolo del emergente madridismo) por los llamados medios de la meseta.
Saludos (y disculpen ciertas procacidades!!!).
Sergi Calvo
Se agradece el repaso a esa temporada nefasta. Yo la tengo borrada en mi memoria. Dejé de ir a Mestalla tras la primera marcha de Kempes, y los estudios y Dylan ocuparon su lugar. Los "hard times" que preludiaron los malos resultados de la 82-83 los viví entre Galileo, Riemann, Brooklyn, el ejército y la búsqueda de mi futuro. Una vez encontrado éste,en el verano de 1987, volví a Mestalla, donde todo había cambiado para siempre.
Hola,
Aquella fue una temporda inolvidable para quienes la vivimos desde el principio con una victoria ante el Barça el día que debutaba Maradona con remontada incluida. Curioso, marcó Tendillo el primer gol y luego el último decisivo ante el Madrid. En mi caso empecé aquella campaña en general de pié y la acabé en la cabina de Antena 3 en la jornada finl memorable.
Recuerdo bien el partido de Las Palmas porque estuve en preferencia, sctor 18 en una tarde insípida y aburrida. Ese año los canarios cambiaron el color de las medias, antes eran azules con vuelta amarilla, y ese día eran amarillas en su totalidad. Partido soporifero. El Valencia era un equipo insípido.
De aquel ejercicio conviene resaltar dos partidos que resultaron trascendentales y de los que casi nadie se acuerda. En ambos Robert fue el héroe. Contra la Real Sociedad de Arconada y cia, marcó los dos goles, el último que era el de la victoria en el minuto 90.
Contra el Betis, en la antepenúltima jornada, con la soga al cuello porque sólo valía ganar, marcó primero Rincón pero Robert antes del descanso le dio la vuelta al marcador en 5 minutos con un par de goles providenciales. Al final 4-2 y el Valencia aún tenía esperanzas de salvación. Saludos a todos.
Paco Lloret.
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