(Dedicado a Jose Manuel, alias "años 70", que Dios sabe por dónde andará...)
Mucho antes de que Frank Lasseca y Casto Escópico se dedicaran al noble arte de inventariar el lado menos convecional de nuestro paisanaje en la Cartelera Turia, las matinales de Mestalla y su Mestalleta ofrecían un nutrido y selecto grupo de tarados y tipos que hoy serían frikis.
Fue la época en que el filial jugaba los domingos por la mañana en Mestalla paso previo al traslado definitivo a Paterna.
A mediados de los 80' el filial ya no despertaba las pasiones de antaño y su parroquia era una mezcla nada convencional de jubilados, enfermos del fútbol, ociosos y raros por antonomasia. Los jubiletas y los futboleros solían llenar la tribuna, mientras que detrás de las porterías nos ubicábamos los demás. Los partidos se jugaban a las 12 y salvo la irrupción de algún jugador distinto como Carlitos Arroyo, capaz él solo de llevar a 10000 fieles durante sus 4 ó 5 partidos en el filial, la afluencia rondaba los 4000-5000 como tónica habitual.
Yo entonces era un chaval enfermo de fútbol que aprovechaba las matinales para ganar cuotas de libertad. Me ponía detrás de la portería y me juntaba con los Yomus fundacionales: el Billete, el Boni, Paquito, Juan Carlos "Antimeseta", Torrente, el Berga, el Linterna, Los Hermanos Tonetti, Julito, etc, etc. Entre ellos destacaba uno al que todos llamábamos 'Años 70'. Un tipo cuyo fondo de armario se reducía a unos pantalones grises de campana y una americana de color azul con coderas granates. Lucía botines pilongo acabados en punta y el pelo lacio pero grasiento, con bigotito de alferez provisional y patillas made in algarrobo. Más que un ultra parecía un sindicalista manifestándose contra Franco. Todo un personaje.
Lo peculiar en 'Años 70' era su violencia absurda y desatada. Una violencia contra puertas, vallas, sillas y demás objetos inanimados. Se encendía con muy poco y se ponía a pegar patadas sin ton ni son hasta que la furia lo dejaba exhausto. Por lo demás era muy afable y alardeaba de haber estado en Sarrià el 18 de abril de 1971. '¿con esa chaqueta, no?' preguntaba el guasón de turno. Entonces, 'años 70' se echaba las manos a cierto sitio y decía una frase que él consideraba la quintaesencia de lo humorístico pero que no hacía reír a nadie: 'cómeme la polla con pan y cebolla'. Así domingo tras domingo. En matinales apasionantes contra el Carcaixent, Ontinyent, Vilajoiosa, Alzira...
Al poco, 'Años 70' cayó en desgracia y lo internaron en Bétera tras ponerse a torear coches en plena calle. De vez en cuando volvía. Regresos esporádicos que daban mucho de si, como cuando en los incidentes de octubre de 1987, tras arbitraje funesto de Jiménez Muñoz de Morales en un VCF-Valladolid, él solito destrozó dos lecheras de la policía. Rondaba ya los 40 tacos pero seguía fiel a su estética revolucionaria de americana con coderas y pantalones de campana. Un irreductible.
La última vez que lo ví fue lejos de Mestalla, en el bar Coral, esquina Balmes con Viana, en pleno barrio chino. Vestía con su uniforme clásico y era como si el tiempo se hubiera parado en el concierto de Raimon en la Complutense. Al reconocerme estuvo a punto de ponerse a llorar. Entonces se sacó el llavero del VCF y lo besó: 'hasta la muerte, hasta la muerte', repitió 3 ó 4 veces. Y como siempre, empezó a contar el día en que estuvo en Sarrià para ver ganar al VCF la liga de 1971. Creo, finalmente, que esa lejana tarde es el motivo real por el que nunca cambió de estilo. Allí se quedó: atrapado en el 71'. Encendiendo una traca sobre el césped del desaparecido Sarrià. Ganándose, para siempre, su trocito de cielo en la memoria de Mestalla.
Rafa Lahuerta Yúfera
Socio del Valencia CF
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Paquito alçant la Lliga del 71, entregada a l'inici del partit de tornada de l'eliminatòria de Copa contra el RCD Mallorca a Mestalla.
Mucho antes de que Frank Lasseca y Casto Escópico se dedicaran al noble arte de inventariar el lado menos convecional de nuestro paisanaje en la Cartelera Turia, las matinales de Mestalla y su Mestalleta ofrecían un nutrido y selecto grupo de tarados y tipos que hoy serían frikis.
Fue la época en que el filial jugaba los domingos por la mañana en Mestalla paso previo al traslado definitivo a Paterna.
A mediados de los 80' el filial ya no despertaba las pasiones de antaño y su parroquia era una mezcla nada convencional de jubilados, enfermos del fútbol, ociosos y raros por antonomasia. Los jubiletas y los futboleros solían llenar la tribuna, mientras que detrás de las porterías nos ubicábamos los demás. Los partidos se jugaban a las 12 y salvo la irrupción de algún jugador distinto como Carlitos Arroyo, capaz él solo de llevar a 10000 fieles durante sus 4 ó 5 partidos en el filial, la afluencia rondaba los 4000-5000 como tónica habitual.
Yo entonces era un chaval enfermo de fútbol que aprovechaba las matinales para ganar cuotas de libertad. Me ponía detrás de la portería y me juntaba con los Yomus fundacionales: el Billete, el Boni, Paquito, Juan Carlos "Antimeseta", Torrente, el Berga, el Linterna, Los Hermanos Tonetti, Julito, etc, etc. Entre ellos destacaba uno al que todos llamábamos 'Años 70'. Un tipo cuyo fondo de armario se reducía a unos pantalones grises de campana y una americana de color azul con coderas granates. Lucía botines pilongo acabados en punta y el pelo lacio pero grasiento, con bigotito de alferez provisional y patillas made in algarrobo. Más que un ultra parecía un sindicalista manifestándose contra Franco. Todo un personaje.
Lo peculiar en 'Años 70' era su violencia absurda y desatada. Una violencia contra puertas, vallas, sillas y demás objetos inanimados. Se encendía con muy poco y se ponía a pegar patadas sin ton ni son hasta que la furia lo dejaba exhausto. Por lo demás era muy afable y alardeaba de haber estado en Sarrià el 18 de abril de 1971. '¿con esa chaqueta, no?' preguntaba el guasón de turno. Entonces, 'años 70' se echaba las manos a cierto sitio y decía una frase que él consideraba la quintaesencia de lo humorístico pero que no hacía reír a nadie: 'cómeme la polla con pan y cebolla'. Así domingo tras domingo. En matinales apasionantes contra el Carcaixent, Ontinyent, Vilajoiosa, Alzira...
Al poco, 'Años 70' cayó en desgracia y lo internaron en Bétera tras ponerse a torear coches en plena calle. De vez en cuando volvía. Regresos esporádicos que daban mucho de si, como cuando en los incidentes de octubre de 1987, tras arbitraje funesto de Jiménez Muñoz de Morales en un VCF-Valladolid, él solito destrozó dos lecheras de la policía. Rondaba ya los 40 tacos pero seguía fiel a su estética revolucionaria de americana con coderas y pantalones de campana. Un irreductible.
La última vez que lo ví fue lejos de Mestalla, en el bar Coral, esquina Balmes con Viana, en pleno barrio chino. Vestía con su uniforme clásico y era como si el tiempo se hubiera parado en el concierto de Raimon en la Complutense. Al reconocerme estuvo a punto de ponerse a llorar. Entonces se sacó el llavero del VCF y lo besó: 'hasta la muerte, hasta la muerte', repitió 3 ó 4 veces. Y como siempre, empezó a contar el día en que estuvo en Sarrià para ver ganar al VCF la liga de 1971. Creo, finalmente, que esa lejana tarde es el motivo real por el que nunca cambió de estilo. Allí se quedó: atrapado en el 71'. Encendiendo una traca sobre el césped del desaparecido Sarrià. Ganándose, para siempre, su trocito de cielo en la memoria de Mestalla.
Rafa Lahuerta Yúfera
Socio del Valencia CF
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10 comentaris:
Precioso artículo, como siempre.
Tres veces lo llevo leído y aun caerá una cuarta. Un retrato magnífico, Rafa. O acaso sean dos: el de José Manuel y el del hombre que recuerda.
Abrazos desde Barcelona,
Pepe
Pura literatura evocadora. A esos Yomus los dejarían en Tribuna en cualquier campo de la Liga.
Echo en falta un artilugio electrónico que permitiera convertir en imagen el pensamiento. Te lo aplicaría, sin piedad alguna, a las sienes y sacaría de allí todos tus recuerdos. Los guardaría para siempre en un arca dorada, bajo el centro del campo del espacio que en su día será el cadáver de Mestalla. Grandísimos Rafa!!!
Precioso artículo, y mas teniendo en cuenta que yo también estuve en ese partido de Sarriá que perdimos 1 - 0, y también estuve en el cesped tirando tracas cuando supimos del empate entre al Atl. de Madrid y el Barsa, que tardó bastante, porque los medios de comunicación, en aquella época, eran escasos. Tal vez estuve con José Manuel...¡Qué tiempos aquellos!
Rafa, creo que lo mejor será que "años 70" no reaparezca en la vida de los valencianistas. Que por algo hasta Gil de Biedma le acabó dando la razón a los días laborables. Lo bueno es mejor así, escaso.
Emotivísimo artículo y un digno homenaje a todos los que siguieron al filial durante los ochenta.
Compartí con Rafa y algunos más quizás la última matinal del Mestalla. En cierto modo, salvando las distancias, suponía un revival de lo narrado en este artículo, aunque menos espontáneo y con otra generación detrás de la portería del fondo norte.
Corría el invierno de la campaña 98-99 y al día siguiente de un VCF-RMCF nos acercamos a ver el Mestalla-LUD. Ese día la estrella de la mañana fue Pakito de Albuixech (un gran valencianista que aún mantiene una gran actividad), no paró de cargar con sorna e ira al mismo tiempo contra el Levante.
Nos ganaron 0-1 y nos quedamos con las ganas de celebrar el empate aupados a las vallas como en los ochenta, esas vallas que estaban a punto de caer como símbolo del final de una época heredera del sentimiento y el bullicio que generaban las Generales de Pie.
Grandioso articulos.
Año mitico el 71
saludos
Joan
Impresionante relato. De eso trata el fútbol. de ser irreductibles. También apoyo, claro, la propuesta de Kawligas
V. Chilet
Se agradece leer este relato con esa maravillosa facilidad que tienes para describir a personajes como "Años 70". Un lujo, como siempre.
Alfredo Cardona
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