dilluns, 17 de març del 2025

RESPOSTA DECLARACIONS SOBRE L'AUDITORIA DEL PROJECTE DEL NOU ESTADI


NOTA DE PRENSA “últimes vesprades a Mestalla”

EN RESPUESTA A LAS DECLARACIONES DEL RESPONSABLE DE VIELCA, EMPRESA ENCARGADA DE LA AUDITORÍA DEL “PROYECTO DE EJECUCIÓN” DEL NOU ESTADI DEL VALENCIA CF, EN EL DIARIO LAS PROVINCIAS Y EL PROGRAMA TRIBUNA DEPORTIVA EL 13/03

Valencia, 17 de marzo de 2025.

Vaya por delante nuestro más profundo respeto hacia todos los compañeros de profesión, ingenieros y arquitectos, que ejercen su labor diaria con una gran profesionalidad, tanto en nuestro país como fuera de nuestras fronteras, y que gozan de un gran reconocimiento desde hace muchos años por su alta cualificación y capacidad de trabajo.

Dicho esto, desde últimes vesprades a Mestalla no podemos dejar de dar respuesta a algunas de las afirmaciones realizadas por el responsable de la empresa VIELCA, Vicente Candela, en la entrevista publicada el pasado jueves 13 de marzo de 2025 en Las Provincias concedida al periodista Juan Carlos Valldecabres, y en el programa de radio Tribuna Deportiva del mismo día.

La empresa VIELCA fue la adjudicataria del contrato menor para la realización de la auditoría del coste del proyecto de ejecución del nuevo estadio de la Avenida de Las Cortes. Dicho “proyecto de ejecución” fue presentado por el Valencia CF el 11 de octubre de 2024 en el Ayuntamiento de Valencia, como consecuencia de la condición sine qua nonfijada en la licencia de obras para que esta última pudiera tener validez. Dicha licencia de obras fue concedida por el Ayuntamiento de Valencia en el pleno celebrado el 12 de julio de 2024 en base al proyecto básico previamente presentado.

Antes de continuar conviene señalar, para que el lector no versado pueda entenderlo fácilmente, que un proyecto de ejecución (o lo que es lo mismo, un “proyecto constructivo” o “proyecto de construcción”) es un documento contractual cuya definición y contenido viene perfectamente recogido en la legislación correspondiente: en concreto, en la Ley 3/2004 de 30 de junio, de Ordenación y Fomento de la Calidad de la Edificación, en su artículo 11.1.b, y también en el Código Técnico de la Edificación (CTE), aprobado por Real Decreto, en su parte I Anejo III Terminología.

En relación con lo principal y más importante de la entrevista, resulta completamente sorprendente y, en nuestra opinión muy revelador, que el responsable de VIELCA responda de la siguiente manera a las preguntas del periodista:

“PREGUNTA: Los ingenieros de UVA denuncian muchas indefiniciones.

RESPUESTA: Porque esto es un proyecto para solicitar licencia de obras, no es el proyecto de construcción.

P: Eso levanta sospechas…

R: Ya, pero es que se hace siempre. Los proyectos que se presentan al Ayuntamiento para solicitar la licencia de obras tienen este nivel o incluso menos.”

Y más adelante, haciendo también referencia al proyecto auditado, el responsable de VIELCA responde lo siguiente:

P: ¿Pese a todo?

R: El problema es que queremos tener unas garantías y seguridades sobre un documento que en sí mismo no las aporta.

P: ¿Con esas dudas?

R: El proyecto de construcción no lo tiene el Ayuntamiento. Es de suponer que el Valencia sí lo tiene. El proyecto de construcción sí que hace un análisis más detallado del programa de actuaciones. A un constructor se le pregunta siempre, dígame lo que cuesta y en cuánto tiempo”.

Resulta alarmantemente sorprendente que el responsable de la auditoría del “proyecto de ejecución” realice estas afirmaciones, totalmente contradictorias con la cronología de los hechos.

En primer lugar, se indica que el proyecto que está auditando, es decir, el presentado el día 11 de octubre de 2024 en el Ayuntamiento como “proyecto de ejecución” (o construcción), se presentó para conseguir la licencia: esto es rotundamente falso, ya que la licencia se concedió el 12 de julio de ese mismo año en base a un proyecto básico.

En segundo lugar, se afirma que el proyecto que está auditando no es un proyecto de construcción, que el Ayuntamiento no tiene ese proyecto de construcción y que es de suponer que el Valencia sí que lo tiene. Sin embargo, esta afirmación se contradice con el objeto del contrato adjudicado a VIELCA, que es textualmente “CONTRATO MENOR ELABORACIÓN AUDITORÍA EXTERNA PROYECTO DE EJECUCIÓN ESTADI CORTS VALENCIANES”.

Las preguntas resultan obvias: ¿qué es lo que se presentó el pasado 11 de octubre? ¿qué es lo que se está auditando a partir de una adjudicación de un contrato público? Si el Ayuntamiento, a día de hoy, no tiene ese proyecto de ejecución, resulta evidente que se habría incumplido la exigencia recogida en la licencia, referente a la obligatoriedad de presentar dicho proyecto antes del 12 de octubre.

En la entrevista, además, se indica que el “supuesto” proyecto de construcción que tendría el Valencia, pero no el Ayuntamiento, “sí que hace un análisis más detallado del programa de actuaciones”. Esta manifestación parece indicar que el responsable de VIELCA conoce o ha sido informado de las actuaciones recogidas en ese “supuesto” proyecto de ejecución que no ha sido entregado al Ayuntamiento. En primer lugar, y en aras de la mínima transparencia exigible a todo lo relacionado con la contratación pública, cabría preguntar por parte de quién ha sido informado de la existencia de ese “supuesto” proyecto. Pero, más relevantemente, conviene recordar que otra de las exigencias de la licencia era la aportación de un “calendario o cronograma de ejecución de las obras, con expresa inclusión de plazos parciales considerados esenciales y vinculantes”. Y, sin embargo, el responsable de VIELCA afirma lo siguiente al respecto:

“Es difícil determinar porque el programa de trabajo que han presentado no tiene el suficiente detalle. Es demasiado sencillo y no, no hay forma de ver cuándo van entrando las distintas operaciones. El problema es que no es fácil determinar si el programa de trabajo lo pueden cumplir o no por la información que existe. Es que no tiene un nivel de detalle suficiente que nos permita analizar si se puede cumplir o no.”

En consecuencia, si el cronograma presentado el 11 de octubre tampoco es válido, se habría incumplido otro de los condicionantes de la licencia.

Por otra parte, se afirma que el proyecto auditado, es decir, el presentado en octubre como de ejecución (que para el responsable de VIELCA no lo es), no aporta ni garantía ni seguridad, lo cual es una afirmación enormemente grave y sorprendente. Si el documento no aporta ni garantía ni seguridad, entonces efectivamente no puede ser considerado como un proyecto de ejecución, tal y como llevamos afirmando desde la presentación realizada en el Colegio de Arquitectos.

En la entrevista, el responsable de VIELCA reconoce que el trabajo ha sido “económicamente un desastre, pero que ya lo preveía”, ya que “no siempre se trabaja por dinero”. Sin valorar lo desafortunada de esta afirmación (que puede dar lugar a pensar cualquier cosa que el lector quiera imaginar) no podemos dejar de subrayar que a esta licitación únicamente se presentó una de las varias empresas invitadas (y eso que podían presentarse tanto las invitadas como otras empresas ajenas a dicha invitación).

A otra de las preguntas, el Sr. Candela afirma que "No podemos ni vamos a analizar el cálculo de las estructuras (...). Lo que aquí se pretende es sencillo: se pretende buscar unas garantías de que el proyecto presentado es viable o no”. Es evidente que una auditoría económica no puede abordar el cálculo de las estructuras (por ello, entre otras razones, denunciamos que la adjudicación de este trabajo a través de un contrato menor era una decisión incorrecta). Sin embargo, los pliegos administrativos de la licitación de este contrato menor indicaban textualmente que “El estudio deberá incluir expresamente el análisis del cumplimiento de los requisitos exigibles que permitan aspirar a esta construcción a la organización de acontecimiento deportivos del máximo rango y categoría”. Es absolutamente evidente que si la normativa con la que se calcularon dichas estructuras está obsoleta (lo cual fue denunciado y demostrado por úvaM en la comparecencia del Colegio de Arquitectos) el proyecto no cumple esos requisitos exigibles, no ya para la organización de eventos sino, simplemente, para ser construido. Además, desde el punto de vista técnico-económico es previsible que la aplicación de la nueva normativa afecte al alza al coste final de la obra, elemento que esperamos sea debidamente señalado en el documento de auditoría que finalmente se entregue al Ayuntamiento.

Todo esto guarda una estrecha relación con lo que establece el informe emitido por el Servicio de Planeamiento del Ayuntamiento de Valencia, cuando indica que, entre otros contenidos, debe incluir “el análisis de los riesgos que podrían afectar a la viabilidad de la finalización de la ejecución del proyecto, tales como los riesgos técnicos (…)”: el uso de una normativa obsoleta y derogada en el cálculo de la estructura del proyecto es, indudablemente, un riesgo que podría afectar a la viabilidad de la finalización de la ejecución del proyecto, tanto desde el punto de vista eminentemente técnico como desde el punto de vista de las consecuencias económicas que se derivan, cuando estamos hablando que aumentarían un presupuesto del proyecto que muchos dudamos que el Valencia CF en manos de Meriton Holdings sea capaz de afrontar sin comprometer su viabilidad como club de fútbol.

Sobre el tema de la falta de unidades de obra, el responsable de VIELCA señala que “nos hemos encontrado con que hay muchos precios, sobre todo en estructuras, que no existen porque son unidades singulares que solo se necesitan para este estadio. Lo mismo ha pasado con la estructura metálica, es muy singular y de alta calidad”, tal y como venimos denunciando desde el acto en el Colegio de Arquitectos. De hecho, es público que, posteriormente a nuestro acto, se contrató un nuevo proyecto de estructuras por parte de la empresa MC-2, algo que en sí mismo es motivo suficiente para invalidar la auditoría y sus conclusiones.

Pero, además, no sólo faltan precios en el capítulo de las estructuras, sino que faltan unidades tan básicas como las butacas, los marcadores, el césped o las relativas a la rehabilitación de la estructura existente. Dicha rehabilitación no está presupuestada en el proyecto presentado en octubre y no se puede valorar hasta que no se elabore un informe actualizado sobre el estado de la misma. Desde úvaM ya manifestamos que esa rehabilitación, así como la adaptación de la estructura ya construida a la normativa vigente, podría suponer un importe muy elevado. Desconocemos si la auditoría va a considerar unos nuevos precios de las unidades y partidas inexistentes en el presupuesto, a fin de llegar al coste real aproximado de la obra, el cual, evidentemente se incrementará al considerar estas nuevas unidades.

Otra de las cuestiones que llama poderosamente la atención y que se recoge en el propio titular del artículo es la afirmación de la más que segura subida del presupuesto, entre un 20 y un 30%, debido a los efectos de la DANA. En la comparecencia del Colegio de Arquitectos, úvaM ya puso de manifiesto que el presupuesto del proyecto presentado el 11 de octubre era irreal y que iba a incrementarse, con toda seguridad, por encima del 30%, dado que no se habían actualizado los precios por efecto de la crisis originada por la guerra de Ucrania (basta hacer la comparativa entre el presupuesto del proyecto básico de febrero de 2022 y el de enero de 2024, los cuales permanecen invariantes). Si bien el proyecto presentado en octubre revisaba al alza el presupuesto, en aproximadamente 20 millones de € (un 17%), respecto al último proyecto básico presentado, ello se hacía, según se indica expresamente, en base a haber definido “con mayor detalle las características y mediciones de cada una de las partidas”, pero no a una revisión de los precios. Por tanto, si a ello añadimos ahora el incremento de dichos precios y de los costes de la mano de obra debido a la situación generada por la DANA, el coste final de la obra podría incrementarse de una manera desorbitada.

En cuanto al estado de conservación de la estructura y del hormigón, el responsable de VIELCA afirma lo siguiente: “En el escrito se dice que `se requerirá al Valencia para que antes del inicio de las obras aporte informe actualizado relativo al estado de conservación de la obra del estadio ya realizado en lo referente a la obra de hormigón de la estructura principal de edificios o grádenos´. Es decir, ese informe lo va a pedir el Ayuntamiento directamente al Valencia”. En primer lugar, desconocemos a qué escrito se refiere, lo que es evidente es que sin ese estudio de durabilidad actualizado no se puede valorar el coste de la rehabilitación y, por tanto, si no se conoce ese coste, no puede auditar. Ni siquiera se podría añadir una partida con un coste aleatorio, dado que éste puede ser muy variable. En ese sentido resulta sorprendente que el responsable de VIELCA, en la entrevista radiofónica concedida por la tarde en el programa Tribuna Deportiva, asegurara que el estudio de rehabilitación de la estructura está presupuestado en el proyecto. En dicho presupuesto no se valoran, ni el estudio de rehabilitación, ni las actuaciones a llevar a cabo para esa rehabilitación (conforme al apartado 3.1.6 Plan actuación especifico reparaciones de la Memoria del proyecto).

Por otra parte, ante la pregunta sobre la durabilidad de la estructura de 50 o 100 años (en realidad el concepto a que se tiene que hacer referencia es a la vida útil, no a la durabilidad), el responsable de VIELCA parece desconocer lo expuesto por úvaM en el Colegio de Arquitectos en el que se demostró que la vida útil (que es una variable de partida que fija la normativa para el cálculo de las estructuras de hormigón y metálica) debía ser de 100 años en vez de los 50 años considerados.

Con respecto a la decisión de la empresa Bertolín de salir de la UTE, el Sr. Candela reconoce que es muy extraño y que no lo había visto nunca, señalando un posible “tema interno entre los socios” de la UTE, eximiendo a Meriton de toda responsabilidad. Esta última cuestión resulta completamente inconsistente, habida cuenta de que estas empresas continúan trabajando actualmente en UTE en otras obras. Posteriormente, ya en el programa radiofónico, el Sr. Candela señaló como causa más que probable, la excesiva carga de trabajo en Bertolín por la situación generada por la DANA. Conviene señalar que ya salieron a la luz pública noticias de las dudas de la empresa Bertolín sobre su participación en la obra antes de ocurrir la desgraciada DANA.

Por último, aunque esta cuestión queda fuera de cualquier análisis técnico, resulta incomprensible que en una respuesta en la que el Sr. Candela dice que “No hemos introducido en nuestro informe ninguna opinión”, acompañe esta frase de las dos siguientes:

“Cuando se retire el monumento viejo y se construyan unas torres se va a modificar todo el panorama. Desde luego, no hay otra salida que terminar el estadio, no hay marcha atrás”

La primera sorprende por su poca sensibilidad, su desconocimiento (quizá no sabe que Mestalla es el monumento más visitado de la ciudad de Valencia), e incluso podríamos tacharla de irrespetuosa. Y la segunda, porque supone un juicio de valor alineado con los cada vez más evidentes intereses que se están articulando para proceder a la demolición del centenario Camp de Mestalla y alrededor de la explotación de unos derechos urbanísticos concedidos por parte de unas administraciones públicas valencianas (en particular, el Ayuntamiento de Valencia) insensibles no sólo con el sentir mayoritario de los valencianistas, sino ante el evidente riesgo al que se enfrente la entidad civil más relevante de la Comunitat Valenciana, condenada a la irrelevancia y la decadencia en las manos de un especulador y sus cómplices locales.

Ante toda esta situación, manifestamos que el Ayuntamiento de Valencia en su conjunto, tanto el gobierno como la oposición, así como los funcionarios de los servicios técnicos municipales, no pueden alegar desconocimiento ante unos incumplimientos que presentan unas dimensiones escandalosas, desde el momento en que hemos registrado diversos escritos en los que hemos detallado esta grave situación, sin haber recibido todavía ninguna respuesta. Como hemos manifestado anteriormente, acudiremos a cualquier instancia que consideremos oportuna, incluida la judicial, para exigir que el Ayuntamiento de Valencia cumpla con su papel de garante del interés público y, en especial, de la normativa y la legislación vigente, todo ello en defensa de la viabilidad y sostenibilidad futura del Valencia. 




últimes vesprades a Mestalla

ultimesvespradesamestalla@gmail.com

dijous, 27 de febrer del 2025

QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE V.C.F.


No sé cómo calificar estas líneas, si como reflexión, como crítica o como, desgraciadamente, la cruda realidad, me refiero al “fútbol” que nos está tocando sufrir, sí sufrir, no disfrutar, no sé si será por la edad, bueno sí es por la edad, la edad que me dio la posibilidad de haber visto y disfrutado del FÚTBOL de los años 60, 70, 80 e incluso los 90, a partir de ahí empezó el deterioro, el declive, la debacle y cada vez más próximo el fin del fútbol como deporte, deporte en su momento, respaldado por una afición, para pasar a ser un negocio, unas empresas unos joldins*, dirigidos empresarialmente por una gente sin el más mínimo escrúpulo, sin amor y/o sentiment hacia unos colores, sí hacia un color el verde del dinero, todo empezó allá por 1993 con un paripé denominado Sociedades Anónimas Deportivas o lo que es lo mismo condonar un montón de miles de millones de pesetas a cambio de que el fútbol español se convirtiera en empresas las cuales deberían, a partir de ese momento, ser un ejemplo de pulcritud, de responsabilidad y de rectitud financiera, ja, ja, ja, de ahí hasta donde estamos ahora, un puro negocio para aquellos que de una forma u otra chupan de la teta, algunos, pronto se dieron cuenta de ello y comenzaron a lanzar sus redes hasta llegar a donde están hoy, no voy a nombrar a nadie pero si voy a decir que Laliga es una mentira, la Federación Española de Fútbol más de lo mismo, el estamento arbitral está absolutamente manipulado a la vez que maniatado con un miedo atroz a los cocos que mueven y han movido los hilos desde que el fútbol comenzó a dar prestigio a aquellas ciudades que por circunstancias habían conformado mejores equipos y les daban títulos, así hasta nuestros días.

Tengo 70 años y como digo he tenido la suerte de ver el fútbol del Valencia, hasta que en la 2015 – 16 dije basta y deje de asistir a Mestalla, cierto es que veo al Valencia, mi equipo a pesar de los Meritones o los Limes y demás gentuza pero por televisión, no quiero con esto ser ejemplo para nadie, ni en negativo, ni en positivo cada cual actúa como cree que debe hacerlo, pero yo ya no aguantaba semejante espectáculo, no soportaba, ni soporto el mercadeo de unos profesionales, que por serlo se deben a ello, que siempre redundaba negativamente en mi equipo, en el Valencia y todo ello en aras de generar lucro a un individuo y/o sociedad a la que ningún valencianista de bien reclamó en ningún momento y que unos cuantos vividores sin escrúpulos se encargaron de poner en bandeja para que el Valencia Club de Fútbol pasara a ser la piltrafa, la caricatura en la que, desgraciadamente, lo han convertido hoy.

Me “alegro” por la gente joven que asiste hoy a Mestalla, incluso aquellos valencianistas jóvenes que no pueden hacerlo pero son valencianistas de bien y digo me “alegro” por qué no pueden comparar esto que les está tocando vivir con, por ejemplo el Valencia de Puchades, Fuertes, Guillot, Waldo, Claramunt, Kempes, Subirats, Fernando, Mendieta, Albelda e infinidad de jugadores que conformaron plantillas muy buenas, dirigentes, empleados, etc., que hicieron que el Valencia Club de Fútbol fuese una entidad reconocida, respetada, que fuese uno de los clubes más grandes de España, que lograba títulos y estaba considerado uno de los grandes.

Tuve la suerte de conocer y compartir muy buenos momentos con algunos ilustres valencianistas y también por ellos me “alegro” de que partieran hacia el cielo valencianista antes de ver esto, Tonín Fuertes, Tonico Puchades, Pepe Vaello, Jaume Ortí, Jorge Iranzo y tantos y tantos valencianistas se harían cruces de ver a dónde están llevando esta gentuza, esta escoria humana al Valencia Club de Fútbol movida únicamente por el interés, por el dinero, sin importarles lo más mínimo el cariño, el amor y el sentiment que afortunadamente mueve, ha movido y moverá a miles y miles de valencianistas de bien que aún quedan muchos.

Es digno de resaltar que, aunque parezca que no, hay bastantes valencianistas que están, lógicamente, muy preocupados por la situación que se está viviendo y que aunque parezca que no cuentan están trabajando en aras de buscar una solución para que el Valencia, nuestro equipo recupere el prestigio, la integridad, la grandeza y vuelva a ser el VALENCIA CLUB de FÚTBOL que todos conocimos hasta sus 95 años de vida, estoy seguro que lo conseguirán y entonces podremos mostrar a los más jóvenes lo que ha sido nuestro equipo, su historia y sus reconocimientos.

Vayan desde estas líneas el más absoluto respeto, comprensión, apoyo a los jugadores, cuerpos técnicos y empleados de bien, ya que es comprensible su situación como asalariados que lo son de una empresa nefastamente dirigida.

*Me niego a escribirlo en inglés.


JUAN ESCRIVÀ.

dimarts, 28 de gener del 2025

Manifest tècnic: Mestalla, una decisió realista per al València CF

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Davant la manca d’un projecte creïble i la insuficiència d’un pressupost realista, proposem una discussió oberta sobre la viabilitat del Nou Estadi i l’opció de conservar el Camp de Mestalla. 

En els últims anys, hem sigut testimonis d’un llarg procés de desenvolupament per a la construcció d’un nou estadi per al València CF. No obstant això, el projecte presentat l’11 d’octubre de 2024 ha revelat serioses deficiències tècniques i econòmiques que ens obliguen a replantejar la viabilitat d’esta obra. Un grup de professionals, especialistes amb una dilatada experiència, ha revisat el document del Projecte Bàsic Modificat i d’Execució, detectant qüestions que afecten tant la seguretat i durabilitat estructural com la credibilitat del cost d’execució previst. 

Les principals preocupacions són:

1. Estructura abandonada i obsoleta: L’estructura de formigó construïda entre 2007 i 2009, després d’estar exposada a condicions climàtiques sense manteniment, requerix una anàlisi exhaustiva del seu estat actual, així com la seua adequació a la normativa vigent, incloent-hi un estudi de durabilitat i seguretat que ha de ser independent i alié al club.
2. Projecte incomplet i provisional: El projecte presentat es declara preliminar, cosa que implica la possibilitat de futures modificacions que, amb tota probabilitat, incrementaran el cost final. A més, no s’han resolt aspectes clau, com ara la tipologia de la coberta, que afectarà tant el pressupost com la viabilitat tècnica de l’estadi.
3. Incongruències en el pressupost: El pressupost no inclou elements essencials, com ara els seients, les butaques o el sistema de gespa, la qual cosa deixa incomplet el càlcul real del cost.
4. Desajustos normatius: L’estructura inicial no va ser dissenyada segons les normatives actuals de seguretat i durabilitat, cosa que implica la necessitat d’un nou càlcul per a garantir la seua seguretat i viabilitat.

Davant este panorama, el projecte del Nou Estadi no sembla ajustar-se a la realitat tècnica ni econòmica. L’obra s’ha caracteritzat per continus retards i promeses incomplides, fet que suscita dubtes legítims sobre la seua culminació dins dels terminis i amb els costos anunciats.

La nostre crida:

• Obrir un debat públic sobre la possibilitat de mantindre i renovar el Camp de Mestalla, un estadi emblemàtic que ha demostrat ser funcional per al club i la ciutat.
• Convocar un equip independent d’experts per a avaluar les condicions tècniques i econòmiques del projecte actual i el seu impacte real sobre el club i la comunitat.
• Garantir la transparència total en la presa de decisions futures, prioritzant el benestar del València CF, els seus aficionats i la ciutat de València, enfront de la construcció d’una infraestructura que pot resultar inviable.

Unix-te a la firma d'este manifest:
Si com a professional de l'àmbit de l'enginyeria i l'arquitectura compartixes la nostra preocupació per la direcció que està prenent este projecte i creus que és necessari un enfocament més realista i honest, et convidem a sumar-te a este manifest per a demanar un debat obert i rigorós sobre el futur del València CF i del seu estadi. 

Contacta'ns a manifest.tecnic.mestalla@gmail.com



Manifiesto técnico: Mestalla, una decisión realista para el Valencia CF
 

Ante la falta de un proyecto creíble y la insuficiencia de un presupuesto realista, proponemos una discusión abierta sobre la viabilidad del Nuevo Estadio y la opción de conservar el Camp de Mestalla. 

En los últimos años, hemos sido testigos de un largo proceso de desarrollo para la construcción de un nuevo estadio para el Valencia CF. Sin embargo, el proyecto presentado el 11 de octubre de 2024 ha revelado serias deficiencias técnicas y económicas, que nos obligan a replantear la viabilidad de esta obra. Un grupo de profesionales, especialistas con dilatada experiencia, ha revisado el documento del Proyecto Básico Modificado y de Ejecución, detectando cuestiones que afectan tanto a la seguridad y durabilidad estructural como a la credibilidad del coste de ejecución previsto.

Las principales preocupaciones son:

1. Estructura abandonada y obsoleta: La estructura de hormigón construida entre 2007 y 2009, tras estar expuesta a condiciones climáticas sin mantenimiento, requiere un análisis exhaustivo de su estado actual, así como su adecuación a la normativa vigente, incluyendo un estudio de durabilidad y seguridad que debe ser independiente y ajeno al club.
2. Proyecto incompleto y provisional: El proyecto presentado se declara preliminar, lo que implica la posibilidad de futuras modificaciones que, con toda probabilidad, incrementarán el coste final. Además, no se han resuelto aspectos clave, como la tipología de la cubierta, que afectará tanto al presupuesto como a la viabilidad técnica del estadio.
3. Incongruencias en el presupuesto: El presupuesto no incluye elementos esenciales, como asientos, butacas o el sistema de césped, lo que deja incompleto el cálculo real del coste.
4. Desajustes normativos: La estructura inicial no fue diseñada según las normativas actuales de seguridad y durabilidad, lo que implica la necesidad de un nuevo cálculo para garantizar su seguridad y viabilidad.

Ante este panorama, el proyecto del Nuevo Estadio no parece ajustarse a la realidad técnica ni económica. La obra se ha caracterizado por continuos retrasos y promesas incumplidas, lo que suscita dudas legítimas sobre su culminación en los plazos y con los costes anunciados.

Nuestro llamamiento:

• Abrir un debate público sobre la posibilidad de mantener y renovar el Camp de Mestalla, un estadio emblemático que ha demostrado ser funcional para el club y la ciudad.
• Convocar a un equipo independiente de expertos para evaluar las condiciones técnicas y económicas del proyecto actual y su impacto real sobre el club y la comunidad.
• Garantizar la transparencia total en la toma de decisiones futuras, priorizando el bienestar del Valencia CF, sus aficionados y la ciudad de Valencia, frente a la construcción de una infraestructura que puede resultar inviable.

Únete a la firma de este manifiesto:
Si compartes nuestra preocupación por la dirección que está tomando este proyecto y crees que es necesario un enfoque más realista y honesto, te invitamos a sumarte a este manifiesto para pedir un debate abierto y riguroso sobre el futuro del Valencia CF y su estadio. 

Escribenos a manifest.tecnic.mestalla@gmail.com 

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FIRMANTS

Jose Carmena Ramón. Doctor Ingeniero en Inteligencia Artificial y Robótica por la University of Edinburgh, catedrático adjunto en Ingeniería Electrónica, Informática y Neurociencia en la University of California, Berkeley, Fundador iota Biosciences.

Ernesto Colomer Lloret. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, director técnico de IVICSA, especialista en diseño y planificación de infraestructuras de transporte.

Ernesto Alejandro Colomer Rosell. Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos especialidad en estructuras de hormigón, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial (ETSII) de la Universitat Politècnica de València (UPV).

Ángel Contreras Marín. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, exdirector general de Conservación y Mantenimiento de ADIF.

Francisco García. Catedrático de Universidad. Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría. Universitat Politècnica de València.

Jorge García-Serra García. Catedrático de Universidad. Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente. Universitat Politècnica de València.

Alberto González Salvador. Catedrático de Universidad. Teoría de la Señal y Comunicaciones. Universitat Politècnica de València.

José Luís Grau Navarro. Ingeniero Industrial.

Luís Hernández Escrig. Ingeniero Industrial.

Juan José Moragues Terrades. Profesor Emérito. Ingeniería de la Construcción. Universitat Politècnica de València.

Eugenio Pellicer Armiñana. Catedrático de Universidad. Proyectos de Ingeniería. Universitat Politècnica de València.

Rafael Rueda Arriete. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, especialidad en cimientos y estructuras, miembro del Consejo Asesor del Máster Universitario en Ingeniería del Hormigón de la UPV, miembro del Patronato del Instituto Valenciano de la Edificación.

Alberto San Bautista Primo. Catedrático de Universidad. Ingeniería Agronómica. Universitat Politècnica de València.

Bernardo Vicente Tormos Martínez. Catedrático de Universidad. Director Académico del Máster Universitario en Ingeniería del Mantenimiento. Universitat Politècnica de València. 

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dimecres, 11 de desembre del 2024

PETER LIM: UN MODELO DE ÉXITO


La afirmación que encabeza este texto no pretende ningún ejercicio de empatía con quienes se valieron de mentiras, argucias e incluso dinero del propio VCF (esos portugueses comprados en su propia tienda a precios fuera de mercado) para poner nuestro club a su merced; despojarlo de su esencia competitiva, “la voluntad de querer llegar”; y convertirlo en un fondo de inversión revestido de marketing de cartón piedra para incautos. Con Peter Lim y sus cooperadores necesarios solo cabe relacionarnos desde la confrontación. Por supuesto, tampoco se enmarcan estas líneas en el argumentario del autoodio local, ese que revictimiza a los valencianistas para tolerar y justificar sistemáticamente el memorial de agravios cometido por Meriton.

Efectivamente, Meriton es un modelo de éxito porque, a la hora de ponderar los intereses de esta empresa pantalla que controla el VCF, hemos de sacar de la ecuación el bien de nuestro club (la importancia que Lim concede a su reputación en las sociedades democráticas también está descontada). Toda posibilidad de orteguiana conllevancia ante su inadaptada y soberbia presencia fue dinamitada mediante la liquidación de cualquier atisbo de proyecto social y deportivo a la altura de la historia de la entidad. A Peter Lim se le ha dicho, por activa y por pasiva, que no se le quiere mangoneando la institución. No obstante, insiste en hacer oídos sordos y persistir parasitándola. Si la gestión extractiva del club no le reportara beneficios continuados, el especulador asiático no tendría excesivos inconvenientes en desprenderse de la pieza.

Por lo tanto, llegamos a dos conclusiones harto sencillas. En primer lugar, la consideración de que la continuidad de Lim es indefectiblemente perniciosa para el club debería conllevar que cada valencianista que se preciara de serlo aportara, en la medida de sus posibilidades, su cuota de desgaste de la posición del sátrapa (y de sus colaboradores -no los olvidemos- indispensables para facilitarle interlocución y sostén sociales). En segundo lugar, si hemos convenido que Lim es perjudicial para el VCF, ¿por qué el silogismo de la contribución unánime del valencianismo a la exclusión del singapurés y de los suyos (de aquí y de allá) se rompe? Spoiler: Peter Lim no puede lograrlo solo.

En buena lógica, todo valencianista debería estar contribuyendo alícuotamente a erosionar la posición de Lim y los suyos; pero, como comprobaréis, hay demasiada gente trabajando a sueldo o por gratificaciones para que este escenario fracase. Y, una vez la maquinaria de los subvencionados (suficientemente extensa para, valiéndose de elementos tóxicos enquistados en puestos estratégicos, emponzoñar el entorno) se pone a rodar, es cuestión de tiempo que una gran parte de la masa reproduzca sus relatos antivalencianistas incluso de forma inconsciente.

¿Queréis descubrir cómo funciona esta trama de cinismo corresponsable de la destrucción a plazos del VCF, esta ceremonia de la confusión inducida? Vamos a explicarlo citando a uno de quienes mejor explicaron su esencia. Me refiero a Borja Sanjuán en La Pechina, poco antes de elecciones y a, aproximadamente, un año de poner el lacito a la extremaunción de Mestalla, por inconfesables intereses orgánicos y mediante la compra oportunista al Partido Popular de su deep fake de la barra libre a Lim del 3 de agosto de 2024. Decía, más o menos, Borja que un fondo buitre se caracterizaba por aguardar a que la parte con la que “negociaba” unos activos estuviera con la guardia baja para poder imponerle unas condiciones draconianas. En resumidas cuentas, que los fondos buitre como Lim, cosa que ya nos han demostrado sobradamente, juegan con la desesperación de sus interlocutores.

Profundicemos en este repaso de los participantes en la división artificial del valencianismo, monitorizada de arriba abajo para que todo siga atado y bien atado para Lim y sus chupópteros asiáticos, portugueses y valencianos. Descubriréis, además, que al fondo buitre le sale muy barata la operación. Bastante más económica que cualquier fichaje o cesión mediante los que Meriton empobrece, temporada tras temporada, la plantilla de un VCF descapitalizado a propósito y que, una vez perdida la categoría (Santi Cañizares dixit), malvive usualmente cerca del descenso a 2ª División. No son opiniones, son hechos.

¿Cuáles serán, por consiguiente, sus umbrales de desesperación y dignidad para estar obrando contra los intereses del VCF? No es necesario aportar nombres (tampoco de las honrosas excepciones), puesto que los protagonistas resultan fácilmente reconocibles mediante estas descripciones de sus actos. Por sus hechos los conoceréis. Vamos por partes y de mayor a menor:

Amadeo Salvo y Aurelio Martínez: La génesis de esta estafa piramidal. ¿Por qué lo hicieron? Como resulta notorio que por un amor al Valencia y a Valencia fundamentado en alguna suerte de bonhomía no fue y se les presupone un conocimiento amplio del mundo empresarial, dejamos las conclusiones para el lector avezado.

Políticos mediocres: Una clase política, en el peor sentido del concepto, para la que los valencianos somos sistemáticamente moneda de cambio en el marco de los conflictos económicos y culturales entre Madrid y Cataluña. Con una autoestima valenciana reducida al topicazo (de Ribó a Catalá y de Puig a Mazón), se especializa en distorsionar y confundir la voluntad expresada por sus ciudadanos con la de sus intereses partidistas y grupos empresariales afines. El corto plazo, la coenta foto de cortacintas, los másteres en dar largas y el eslogan de todo a 1 euro son sus divisas. Como demostraron en el proceso de venta, les da igual lo que le pase al VCF y desoyen, desde el desprecio snob e incluso el antagonismo de corte granota, las reivindicaciones de los valencianistas. Su nivel de competencia y moralidad ha quedado manifiestamente testado antes, durante y después del acontecimiento histórico más relevante para los valencianos del siglo XXI. No hay más preguntas, señoría…

Patrones gorrones: No confundir con los patronos de la Fundación VCF, culpables de 2014. Otros culpables, ya en pleno 2024, son los dirigentes patronales de clubes, federaciones, empresarios y hosteleros. Anteponen sus intereses corporativos cortoplacistas sobre los del VCF sin ningún miramiento. Hablan, con una jeta que no cabe en el Mestalla que sueñan con demoler, en nombre de la afición, de la ciudad… Lo hacen con una premeditada hipocresía por bandera, pues son perfectamente sabedores de la situación por la que atraviesa la entidad y pasan por encima de ella alegremente, aprovechando su cuota de micrófono para seguir echando paladas de cal viva sobre la institución.

Directivos y empleados, bien pagados: El Meriton de aquí. Conocen mejor que nadie el vaciado del club que Lim está perpetrando. Los primeros son el cinturón de hierro de Meriton. De la fidelidad de esta primera línea y la pericia de sus abogados depende la continuidad del sátrapa. Los segundos también tienen constancia de estar colaborando eficazmente con el sostenimiento del régimen (en especial, el vigoréxico comisariado político dedicado a la represión de la disidencia). Sin embargo, ¿cómo y por qué salir a buscar un trabajo digno y con una retribución homologable cuando se sobrepasan los cuarenta o cincuenta?

Entrenadores devaluados: El entrenador es la piedra angular de la estafa que para el valencianista supone el contramodelo deportivo de Meriton. Desde la destitución de Marcelino, el entrenador del VCF conoce claramente cuáles son sus funciones. Por una parte, contribuir a la maquinaria de blanqueamiento e ilusionismo de la organización pamtalla. Por otra, y esto ha sido perfeccionado mediante aprendizaje correctivo, ejercer de escudo humano para la desactivación de protestas contra la gestión. Por consiguiente, solo técnicos que necesiten, a toda costa, entrenar al VCF para relanzar su carrera (ergo, sin méritos acreditados para merecer, en condiciones normales, ocupar este banquillo) van a prestarse a aceptar unas instrucciones que nada tienen que ver con los códigos del oficio y los posicionan indisimuladamente como arietes contra la afición.

Exfutbolistas oportunistas: Pese a que a la profesión de jugador de fútbol se le suponen unos ingresos suficientes para garantizar un sostén económico futuro, no todos los integrantes de este gremio se han administrado con una mínima solvencia. Aprovecharse de la vinculación pasada para obtener dinero del club y monetizar su enorme influencia en la sociedad es, por tanto, una oportunidad que numerosos exfutbolistas, aunque les toque dar la cara por el proyecto que está hundiendo al VCF, no están dispuestos a dejar pasar. Sea para su propio beneficio o desviar fondos para sus antiguos compañeros, la empresa pantalla que controla el club en ningún caso les da ese dinero a un coste cero para su reputación. Los exfutbolistas (a los cuales Meriton quiere que llames leyendas para ahondar en la fatídica brecha entre los que siempre cobraron del club y tú, valencianista, que siempre te dejaste los cuartos por el VCF) son pieza codiciada para Peter Lim y sus mejores hombres. Tengamos en cuenta que, para determinados aficionados que se mueven por idolatrías, los exjugadores operan como una especie de generales de ejército. Si se pronunciaran favorablemente ante una manifestación de los valencianistas de base, propiciarían un enorme efecto llamada. Sin ir más lejos, en Inglaterra, la cuna del fútbol, los periodistas que estaban al tanto de la situación del VCF no daban crédito a que la lucha por la liberación de la entidad no contara con el apoyo de sus exfutbolistas más laureados.

Periodistas de deontología distraída: No cabe duda de que el oficio de periodista se ha precarizado durante las últimas tres décadas. Si bien la digitalización de los medios ha comportado una evidente democratización en el acceso a la (des)información, la caída de los ingresos más seguros, la reducción de plantillas, la urgencia en la redacción de contenidos, la concentración editorial y la dificultad para discriminar los datos verídicos son solo algunos de los reversos perversos de este escenario. Ante tal reto, ¿es posible que fenómenos como la publicidad institucional a cambio de prebendas, las filtraciones dictadas o las campañas de desinformación contratadas contra el valencianismo de base (100 000 euros por encargarse de Libertad…) hayan adquirido más peso en las líneas editoriales del frágil ecosistema mediático valencianista que virtudes como el talento, la honestidad y las ganas de trabajar? The answer is blowing in the wind…

Aficionados privilegiados: No es extraño que, en grupos sociales dedicados al ocio, medren sujetos que persiguen conseguir beneficios a costa de una pasión colectiva. El valencianismo no supone, en este aspecto, una excepción. Hay aficionados que, por privilegios (entradas, preferencias, aprovechamiento de inmuebles, acceso a recursos de la entidad… Nada que le saque a uno de pobre, pero, por alguna razón relacionada con un cuestionable orden de valores y prioridades, les compensa) o protagonismo, se prestan a dar cobertura, por acción u omisión, a una gestión que ha acreditado sobradamente su antivalencianismo. Por una parte, hemos esgrimido los motivos que les empujan a esta traición. Por otra, es evidente no los cooptan debido a que les aporten un dechado de virtudes. Simplemente, su concurso resulta imprescindible a la hora de sostener la ficción de que existen aficionados que están a favor de Meriton o a quienes, simplemente, no les molestan Lim y sus secuaces. De este modo, se prefabrica, alimentando unos chiringuitos exiguos, pasivos y que solo se representan a sí mismos, una falsaria imagen de división de la afición valencianista. Su mediación resulta clave en el proceso de sustitución del hincha tradicional (minorizado por el nada inocente aluvión de turistas, enchufados, gorrones y fans) que ya acreditamos en el artículo de este blog titulado Mestalla lleno, con Meriton = espejismo.

Este último, el de los aficionados, es, como podéis imaginar, el eslabón más débil de la cadena. Se trata del más vulnerable ante este entramado de comportamientos espurios. Es, asimismo, el que más sufre por esta situación. Por eso, todos los agentes arriba mencionados se han encargado corresponsablemente de manipular los elementos de juicio de los seguidores para que estos últimos no osen poner en cuestión las migajas con las que Meriton sigue premiando su inestimable contribución al mantenimiento del status quo: Un VCF capado aposta para servir a intereses ajenos a su naturaleza. La responsabilidad, como en el proceso de venta, se comparte entre muchos para que al aficionado le resulte más complicado apuntar certeramente contra los culpables del saqueo de la entidad.

Después de presentar pormenorizadamente cómo funciona este poderoso aparato de domesticación del valencianismo para imponer unos intereses antagónicos a la entidad (no en vano, invierten más en él que en reforzar la plantilla, lo cual demuestra que las protestas SÍ importan), podemos concluir que Meriton va a seguir siendo, mientras fagocita y jibariza al VCF, un caso de éxito. Lo será mientras un juez no desaloje del club a este organismo hematófago. Y, entretanto, conseguirá subsistir gracias a la red de estómagos agradecidos desgranada, la cual continuará velando por desactivar el potencial de movilización masiva del valencianismo. Lo hará hasta que quienes les distribuyen los incentivos colectivos y selectivos emprendan su huida desordenada.

El colapso del club, por supuesto, no invalidará el éxito de Peter Lim en Valencia, sino que representará el letal estadio final de su faceta de endoparásito. Las clasificaciones históricas de la Liga, al contrario que Meriton y su gente, no mienten. Las cuentas, tampoco. Mientras tanto, si os lanzan a la cabeza leyes mercantiles con el fin de convenceros de que no se puede hacer nada para revertir la situación del club, no olvidéis que, para venderlo sin garantías o apañarle beneficios urbanísticos a Meriton, sí se retuercen las normativas y voluntades que correspondan.

Ante la ignominia relatada, solo queda recordar que la lucha por la liberación del VCF es un horizonte moral. Por muy difíciles que nos pongan las cosas los de las categorías citadas arriba, no nos apearemos mientras mantengamos un mínimo de fuerzas y organización. Nuestros cerebros y corazones no están en venta. Y nuestro valencianismo militante no nos permite seguir, ni impasibles ni acríticamente, la destrucción por capítulos del VCF. Amunt VCF y Lim go home.


Simón Alegre (socio 4248)

dissabte, 12 d’octubre del 2024

COMUNICAT ÚLTIMES VESPRADES A MESTALLA

Des d'Últimes vesprades a Mestalla, col•lectiu que treballa per la recuperació de la memòria del València CF, volem denunciar el plagi dels textos del nostre company José Ricardo March (@joshrimarn) per part del departament de comunicació del club.

No deixa de ser irònic que des del 'local management' de l’entitat es busque aprofitar, sense citar-lo, el treball d'un dels historiadors de referència del nostre club, a qui la direcció de l'entitat té vetat des de 2019. El cas de March no és, malauradament, l'únic exemple de veto per part del Valencia a periodistes i investigadors crítics amb la gestió de Meriton. En el cas d'úvaM, un dels altres integrants, Josep Bosch, també el patix.

Esta darrera publicació, plagiant sense escrúpols, és un bon moment per assenyalar l'ús bastard i interesat que es fa de la història del nostre club i dels seus símbols per tractar de distraure i amagar la més que evident destrucció i l'espoli que pateix el club per part dels seus actuals “okupes”, convertint el Valencia en una colònia de Singapur. Una ciutat-estat que, com ha quedat suficientment clar durant esta passada setmana, està molt allunyada de la nostra forma d’entendre la llibertat d’expressió i la manera de mostrar públicament la discrepància.

No deixa de ser irònic que els qui es plenen la boca amb la nostra història siguen, al mateix temps els que es neguen a la catalogació del club com a Bé d’Interés Cultural (BIC). Fa uns mesos, arran la negativa de Meriton a la declaració del València CF com a BIC, el nostre col·lectiu i els seus integrants van ser assenyalat públicament pel ‘local management’ d’estar situats al costat dels "enemics del València". La clàssica treta d’“embolicar-se amb la bandera” quan ha sigut Meriton qui s’ha aprofitat pública i notoriament d’algunes de les nostres iniciatives per recuperar el nostre passat.

No enganyen a ningú, només a qui vol seguir enganyat. Nosaltres, per la nostra part, continuarem amb la tasca que hem fet i fem des de l’inici del nostre col·lectiu.


Amunt València i Lim Go Home!