divendres, 27 de novembre del 2020

OPERACIONES VINCULADAS, ADMINISTRACIÓN DESLEAL, MERITON, GESTITUFE Y LA SAD VALENCIA CF


Por fin, desde hace unos meses, se denomina a Meriton como corresponde: “Máximo accionista de la SAD Valencia CF”. Y, por fin, se ha dejado atrás la denominación de propietario. Por lo que hemos avanzado en una de las reclamaciones de buenas prácticas, que reclamábamos algunos accionistas minoritarios, desde hace 6 años tras el desembarco de Peter Lim. 

Es muy importante, porque un accionista mayoritario no puede perjudicar al minoritario, por una cuestión ética y legal.

En los últimos días, semanas y meses se está comentando mucho, la vinculación entre Jorge Mendes y Peter Lim. Y sus empresas Gestifute y Meriton. Se está analizando el porqué de la intervención e intermediación de Jorge Mendes en la compra y en la venta de los derechos federativos de jugadores del Valencia que no representa. Muy probablemente acaben en un juzgado y estos serán los que decidan la legalidad o no de las operaciones y de los pagos realizados por el Valencia. Por la consecuente descapitalización de la SAD Valencia CF.

Quiero aportar mi pequeño granito de arena, a esta corriente de unión entre valencianistas, que reclamamos “trellat”, “memoria centenaria” y obviamente legalidad.

Y por ello, me pregunto y busco respuestas a situaciones que podíamos llamar inverosímiles.

¿Puede un máximo accionista realizar operaciones entre sociedades participadas, sin dar ninguna explicación y sin dar ninguna respuesta a los accionistas minoritarios?: la respuesta es rotunda: NO.

¿Y puede un máximo accionista realizar operaciones entre sociedades participadas, sin dar ninguna explicación y sin dar ninguna respuesta a la Agencia Tributaria?: y la respuesta sigue siendo rotunda: por supuesto que NO.

Por ello lanzo dos preguntas y las contesta la normativa de la Agencia Tributaria:

1.- ¿Quiénes tienen la consideración de personas/entidades vinculadas?
  • Una entidad y sus socios o partícipes.
  • Una entidad y sus consejeros o administradores.
  • Una entidad y los cónyuges o personas unidas por relaciones de parentesco, en línea directa o colateral, por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado de los socios o partícipes, consejeros o administradores.
  • Dos entidades que pertenezcan a un grupo.
  • Una entidad y los socios o partícipes de otra entidad, cuando ambas entidades pertenezcan a un grupo.
  • Una entidad y los consejeros o administradores de otra entidad, cuando ambas entidades pertenezcan a un grupo.
  • Una entidad y los cónyuges o personas unidas por relaciones de parentesco, en línea directa o colateral, por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado de los socios o partícipes de otra entidad cuando ambas sociedades pertenezcan a un grupo.
  • Una entidad y otra entidad participada por la primera indirectamente en, al menos, el 25% del capital social o de los fondos propios.
  • Dos entidades en las cuales los mismos socios partícipes o sus cónyuges, o personas unidas por relaciones de parentesco, en línea directa o colateral, por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado, participen, directa o indirectamente, en, al menos el 25% del capital social o de los fondos propios.
  • Una entidad residente en territorio español y sus establecimientos permanentes en el extranjero.
  • Una entidad no residente en territorio español y sus establecimientos permanentes en el mencionado territorio.
  • Dos entidades que formen parte de un grupo que tribute en el régimen de los grupos de sociedades cooperativas.

En los supuestos en los que la vinculación se defina en función de la relación socios o partícipes-entidad, la participación deberá ser igual o superior al 5%, ó al 1% si se trata de valores admitidos a negociación en un mercado regulado. La mención a los administradores incluirá a los de derecho y a los de hecho.

2.- ¿Cómo valorar operaciones entre personas/entidades vinculadas?

Las operaciones efectuadas entre personas o entidades vinculadas se valorarán por su valor normal de mercado. Se entenderá por valor normal de mercado aquel que se habría acordado por personas o entidades independientes en condiciones de libre competencia.

Y adicionalmente.

3.- ¿Qué es la administración desleal?

La denominada administración desleal, es aquella en la que el administrador de una sociedad que tiene plenos poderes sobre un patrimonio, lo gestiona de forma incorrecta y causa perjuicio a los titulares de dicho patrimonio. No exige ánimo de lucro y basta el dolo, para penalizar a quien lo ocasione.

Una vez hecha esta recapitulación, lanzo varias preguntas:

¿Puede Meriton Holdings, nombrar ejecutivos en su sociedad participada y/o trabajar con sociedades vinculadas? Puede hacerlo, pero sin perjudicar al resto de accionistas y sin trasladar costes fuera de mercado, de una sociedad a otra.
Por ello, ¿Puede Meriton nombrar presidente, ejecutivos y controlers económicos? Sí, siempre que sean necesarios, que no sea una función duplicada y que su retribución sea de mercado.

Por ello, si analizamos los nombramientos más representativos:

Presidente. Anil Murthy. ¿Cual debería ser su retribución?, la que fuera acorde a su valor de mercado y al desempeño que realice. Si su formación es de ingeniería y su experiencia profesional viene del área de la representación exterior, ¿cuál sería su salario?. Seria acorde al de una contratación para la representación de una empresa; que en España para una empresa como la SAD Valencia CF, estaría rondando los 100.000 €/brutos año. ¿Algún otro club de futbol lo contrataría en función de su valía y experiencia, como presidente o director deportivo? Seria inverosímil.

Si sus emolumentos, estaban en 350.000 € y se han incrementado por encima del millón de euros brutos por año, ¿Qué sucede? Que está deteriorando a la sociedad, perjudicando al pequeño accionista y la Agencia Tributaria puede declarar que Meriton está utilizando una operación vinculada para retribuir indebidamente a un empleado, para reducir los costes de la matriz o para trasvasar flujos monetarios. Pero esto lo decidirá la Agencia Tributaria, ya que en este foro solo debemos lanzar preguntas, para que sean contestadas ante requerimiento de la Agencia Tributaria o ante la ansiada unión de accionistas minoritarios y sus consecuentes reclamaciones.

Consejero y controler. Kim Koh. ¿Cuál debería ser su retribución?, la que fuera acorde a su valor de mercado y al desempeño que realice. Si su formación, experiencia y desempeño es como controler financiero, ¿cuál sería su salario? Seria acorde al de una contratación para el control financiero de la SAD Valencia CF, y estaría alrededor de 50.000 € brutos por año. Recordemos que el Valencia, tiene a Inmaculada Ibañez como directora financiera de la entidad.

¿Alguna empresa del sector futbolístico lo contrataría como controler financiero? No es muy factible, por su poco conocimiento de entidades deportivas, pero en caso de contratarlo, su salario sería el comentado anteriormente.

Si sus emolumentos, estaban alrededor de 200.000 € brutos anuales y se han incrementado a un salario por encima del millón de euros, ¿Qué supone? que está deteriorando a la sociedad, perjudicando al pequeño accionista y que Meriton está retribuyendo indebidamente a un empleado. Si Peter Lim quiere “sobrevalorar” su salario, que se lo abone de su bolsillo, pero no debe perjudicar ni a los accionistas minoritarios, y debe ajustarse al mercado.

¿Nuevo presidente? Joey Lim. ¿Se puede mantener a dos empleados en la misma función? Obviamente no. Ya que se perjudica a la entidad, y al accionista minoritario.

¿Cuál debería ser su retribución?, la de la posición de un presidente representativo de la entidad.

Las empresas que cumplen la legislación mercantil y tributaria, cuando realizan una compraventa de bienes o servicios entre dos empresas vinculadas, suelen solicitar tres ofertas de compra del bien o servicio a adquirir a terceros, para comprobar el valor de mercado. Y así poder justificar la operación vinculada.

Por lo que, si Lim es socio de Mendes en otras sociedades, y Gestifute directa o indirectamente, presta servicios a la SAD Valencia CF, debería solicitar a otros prestadores de servicios similares al menos 3 ofertas, para comprobar que estos servicios no están incumpliendo la legislación española.

Y no se deben abonar pagos millonarios por intermediaciones, sin tener justificado el valor de las operaciones entre sociedades vinculadas y sin incurrir en posible administración desleal.

Finalmente, quiero resumir este análisis indicando que no se puede, ni debe, perjudicar a unos accionistas minoritarios sin soslayar la legislación mercantil y tributaria. Y de hecho inicialmente Kim Koh era retribuido por Meriton, ya que eran los ojos de Lim en la SAD Valencia CF, algo que es perfectamente legal. También cuando llega Anil Murthy cobra un salario por encima de mercado, pero no disparado.

De hecho, recomendaría a Lim, que en la SAD Valencia CF en la que él, yo y miles de valencianistas compartimos la propiedad, si quiere tener un ejecutivo de primer nivel como Mateu Alemany y pagarle como tal, contrate a Mateu de nuevo. Otra opción legal y ética, es enviar a Anil Murthy o Joey Lim, a que trabajen durante 30 años en el sector futbolístico y que vuelvan en el 2050 cumplimentando la adquisición de las competencias y experiencias necesarias.

Pero como corolario, ruego a la Agencia Tributaria y a los juzgados mercantiles que examine las retribuciones y operaciones citadas anteriormente. Y recomendaría al Sr Lim, que se siente con D. Juan Martin Queralt a negociar una salida, en la que los valencianistas le compremos la mercantil. El sentimiento no se lo podemos comprar, pues es nuestro y obviamente al máximo accionista nunca le ha interesado.

Creo que Lim no ha entendido nunca, que los valencianistas somos sus socios y a la vez sus clientes. Que él tiene un afán lucrativo y nosotros una visión sentimental. Y que si lícitamente quería ganar dinero, debía haber tratado con respeto a sus socios y clientes. Ahora es el momento de la transparencia, de la ley y esperemos que de la venta.

Si eres accionista del Valencia y quieres aportar tu granito de arena, puedes censar tus acciones a libertadvcf.com, y de esta forma podremos solicitar información de las operaciones del Valencia CF, y saber si se ajustan a la ley o no. Yo ya he censado mis acciones.

Pablo Gimeno Bellver
Accionista y abonado del Valencia
Especialista en organización empresarial.

dimecres, 25 de novembre del 2020

NO CANVIARÀS EN LA VIDA, XIQUET


LIBRE. La biografía de Ricardo Arias.
Fran Guaita.
Editorial Sargantana.

En esta época maldita en la que algunos intentan cuantificar cuál es el precio del Valencia Club de Fútbol, se suele dejar de lado su valor más importante, el que lo hace único y diferente, el de sus intangibles.

Esos que justifican que miles de personas recorran cientos y cientos de kilómetros para acudir cada partido a Mestalla desde cualquier comarca de nuestro territorio. Esos por los que somos capaces de soportar noventa minutos y los que hagan falta bajo una lluvia torrencial en octubre o asarnos a cuarenta grados los meses de agosto a las cuatro de la tarde, por la ilusión de ver jugar a nuestro Valencia. 

Esos por los que tu hijo lloró desconsoladamente ante aquel gol de M´Bia o fue el niño más feliz del mundo tras el pitido final en el Villamarín aquel 25 de mayo de 2019.

Eso es incalculable, no tiene precio, no hay nada en el mundo que se le aproxime.

De la misma manera, por estos casi 102 años de vida de nuestro club han pasado miles de jugadores pero son sin embargo muy pocos los que han quedado. Incluso de ese selecto club de los que permanecen en la memoria colectiva del valencianismo, aún se hacen más escasos los imprescindibles, esos que también pasan a formar parte de nuestro Valencia por una serie de intangibles.

Nada tiene que ver con haber conseguido títulos o no, se trata de lo que durante su trayectoria aportaron para reforzar y perpetuar la esencia más sagrada del club. Entre ellos, sin duda, Ricardo Arias, nuestro libre.

Y si para el valencianismo es imprescindible el jugador más elegante que ha pisado el césped de Mestalla, imprescindible será también a partir de ahora su biografía, magníficamente novelada por Fran Guaita.

Una de las claves ya la anticipa otro de los más grandes jugadores, sino el que más, de la historia de nuestro Valencia, encargado de escribir el prólogo del libro, Mario Alberto Kempes.

Si para el Matador fueron campeones dentro del campo porque fuera nadie estaba más unido que ellos, en este libro de la Editorial Sargantana, magníficamente editado, se nota desde la primera hasta la última línea, la unión y la complicidad que ha existido entre su autor y el protagonista (y sus más allegados, especialmente su hija Irene) durante el tiempo de convivencia que requirió recopilar todas las anécdotas y situaciones personales del gran capitán, de las que quedan testimonio en el libro.

La novela, además de la biografía del jugador, también es una fotografía del espacio y el tiempo en el que transcurre la historia de su vida.

Desde la infancia Dickensiana de Ricardín, recorriendo las calles del viejo barrio de Velluters, hasta su adolescencia forzada en Catarroja, su paso por la Escuela de fútbol de Benimar en Nazaret o una Valencia cómplice y nocturna en su etapa ya prematuramente adulta.

Veinticuatro muescas sobre su trayectoria futbolística y vital, donde es imposible separar dónde acaba una y dónde empieza la otra, porque desde aquel 19 de noviembre de 1972 en el que por primera vez presenció desde del Gol Sur del entonces Luis Casanova, el Valencia – Athletic Club, gracias a las gestiones, una vez más, del padre Elías Llagaria, la vida de Ricardo iba a estar inexorablemente unida a la de nuestro Valencia, su lugar en el mundo.

Así, durante casi 400 páginas, vamos acompañando la transformación de un niño autosuficiente, duro y flaco que pelotea en las calles cercanas al domicilio de su abuela Teodora en Presseguer 4 de Velluters, a un adolescente rebelde e inconformista que comienza a encontrar su tabla de salvación primero en el Olimpia de Catarroja y posteriormente en el club de fútbol que toma nombre del mismo pueblo de l`Horta Sud en el que por aquel entonces vivía.

Luego el Benimar, donde empieza a tener una ocupación estable cuidando de las pistas de tenis del Complejo Deportivo, lo que le permite centrarse más en la práctica y cuidado de su fútbol, y finalmente su conocida etapa en el Valencia.

La trayectoria de nuestro gran capitán en el Valencia es sobradamente conocida por todos los valencianistas. 

Con recurrir a los por suerte cada vez más numerosos libros que existen sobre la historia de nuestro club, podrán saber de su palmarés y estadísticas.

Lo que hace de especial Libre, es que en sus páginas conviven, se compaginan perfectamente, esa trayectoria forjada de fracasos y hazañas tal cual pasaron a la historia del Valencia, con una serie de intrahistorias de vestuarios, viajes, concentraciones, confesiones, miedos, dudas, etc que humanizan tanto las derrotas como los triunfos, así como a sus protagonistas por muy mitificados que los tengamos en nuestro imaginario.

El autor consigue alternando ambos conceptos que el lector forme parte de esas plantillas y esos vestuarios, habitualmente lugares sagrados en los que se reserva el derecho de admisión, compartiendo situaciones y sentimientos como si allí estuviera. Te transporta.

En un capítulo estás en el vestuario del Calderón escuchando al gran Pasieguito pidiendo a sus jugadores que se dejen el alma por los 25.000 valencianistas envueltos en senyeras que hay en las gradas, en otro estás en la banda de Heysel rezando para que precisamente Arias marque el último penalti contra el Arsenal, en otro llorando porque el equipo no ha podido mantener la categoría y desciende a segunda división, o en otro echándote un whiskito junto a Di Stéfano y Richard en la caseta de material de Españeta, mientras en el césped del Luis Casanova el resto del plantilla celebra el retorno a Primera.

Ser testigos directos de la faceta más humana de tantos y tantos ídolos del Valencianismo: Kempes, Felman, Mestre, Pepe Claramunt, Jesús Martínez, Tendillo, Saura, Pasieguito… Y Españeta, cómo no, siempre Españeta, el que le abrió la puerta del vestuario y lo sentó con toda la intención del mundo entre Cerveró y Claramunt. Cómo sabía de códigos Bernardo, cómo se comportó cuando Ricardo más lo necesitó como su Ángel de la Guarda: “No canvariaràs en la vida, xiquet”. Y cuánta razón tuvo.

En los éxitos y los fracasos, de los que da muestra el libro, en el cielo y en el infierno, nuestro capitán nunca se escondió, nunca cambió. Fue el primero en saborear los éxitos pero también en saltar al césped de Mestalla el primer partido en Segunda, encabezando la alineación. Noble, elegante, de corazón inmenso y a veces volcánico, leal... brazalete con el escudo del Valencia y cabeza arriba, siendo siempre consciente de lo que eso significa.

Dieciséis años y más de seiscientos partidos, toda una vida que probablemente hayan sido siete o más pero siempre sin perder ese brillo excepcional al que mi admirado Rafa Lahuerta hace mención en su maravilloso epílogo, guinda al libro.

Ya no se hacen tipos como él, nunca más un cuatro será tan diez, demasiado bonito, decía don Alfredo, para ser defensa. Y era, es y será nuestro.

Aquel 5 de octubre de 1991, en su partido 500 de Liga, la pancarta del fondo norte rezaba “Arias: el maestro continúa, el mito nace hoy”.

Desde este mes de noviembre de 2020, el mito ya tiene su merecido libro.

Imprescindible, porque hay intangibles que deben perdurar de generación en generación.


Jose Carlos Fernández Haba. Socio del Valencia