dijous, 27 de febrer del 2014

Historia de una copa

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INTRODUCCION.

Corría el año 1902, cuando se realiza en Madrid el llamado oficialmente Concurso Madrid de Foot-ball, competición que formaba parte, de los festejos en honor a la coronación el 17 de mayo, como rey de España de Alfonso XIII, al alcanzar la mayoría de edad (en este caso 16 años). La competición fue organizada por el Madrid Football-Club.

Dicho concurso, fue la primera competición futbolística organizada a nivel nacional celebrada en España, y se intentaba crear un torneo de mayor calado que el disputado en Cataluña (Copa Macaya ó Campeonato de Cataluña de Foot-ball), así que se hizo público, y se inscribieron de Madrid, el organizador, Madrid Foot-ball Club y el New Foot-ball Club, de Bilbao anunciaron su participación el Vizcaya Athletic Club y el Bilbao Foot-ball Club, (aunque finalmente tomaría parte un combinado de ambos clubes denominado Vizcaya), de Cataluña fueros invitados los cinco clubes que ese año participaron en la Copa Macaya; (aunque por diversos motivos, económicamente sobre todo), sólo se inscribieron el Foot-ball Club Barcelona y el Club Español de Foot-ball, formando así un total de 5 equipos. El ganador del Concurso fue el Vizcaya.

El éxito del torneo hizo que se instaurara anualmente, participando los mejores equipos del país, en ese momento.

Con la fundación de la Real Federación Española de Fútbol, en 1913, se redactaron unas nuevas bases para el Campeonato de España, y así poner fin a las disputas que habían marcado las últimas ediciones del torneo. Se acordó, entre otras medidas, institucionalizar los campeonatos organizados por las distintas federaciones regionales como una fase previa de la Copa del Rey. Se dividió el país en diez regiones, aunque inicialmente solo en cuatro (Galicia, Norte, Cataluña y Centro) ya existían federaciones con campeonatos regionales en marcha.

Todo ello contribuyó al rápido desarrollo del fútbol regional, con la creación de nuevas federaciones y sus respectivos campeonatos regionales: Norte y Castilla en 1913, Sur y Asturias en 1915, Guipúzcoa y Levante en 1918, Aragón en 1922, Cantabria en 1923, Extremadura en 1924, Valencia, Murcia y Canarias en 1925, Baleares en 1926, Navarra en 1928 e Hispanomarroquí en 1932.

Mientras tanto a nivel regional, la Federación de Fútbol de Levante conocida como Federación Levantina, fue fundada en el año 1919, fruto de la absorción en su seno por parte de la Federación Valenciana de Fútbol, de los clubes más representativos de las distintas federaciones murciana (que también integraba a clubes de la provincia de Albacete) y valenciana. La nueva Federación resultante organizó desde el año de su creación en 1919 hasta el año de su disolución en 1924, el "Campeonato de Levante de Fútbol" (valedero para participar en los Campeonato de España de Fútbol).


Es en la temporada 1922-23, cuando el Valencia F.C. consigue auparse por primera vez, con el primer puesto del Grupo Norte del Campeonato Regional de Levante (Provincias de Castellón y Valencia), lo consigue sin perder ningún partido. Por otro lado, en el Grupo Sur (Provincias de Alicante y Murcia), se proclama campeón el Murcia F.C. 

Para la participación del Campeonato de España, se requería de un participante del Campeonato Regional de Levante, y para dilucidar cual equipo sería el único representante levantino, se realizó una doble confrontación entre ambos campeones de cada Grupo. 

El Murcia F.C., fue despedido ante un gran gentío en la Estación de Murcia; a su paso por Alcantarilla donde el tren hacía parada, nuevamente una gran multitud salió a recibir y animar a los jugadores del equipo murciano.

Mientras en Valencia, se habían vendido casi todas las localidades disponibles…


ACTO I

Así pues, el 18 de febrero de 1923, el Murcia F.C., visitó Algirós para enfrentarse al equipo local el Valencia F.C.


…Buenas tardes desde el Campo Camino de Algirós, ante una gran expectación del público asistente, alrededor de cinco mil personas, en una tarde desapacible, cielo gris, y fuerte viento, son las 15:35h, cuando Ezequiel Montero del Colegio Centro, alinea a los dos equipos de la siguiente forma:

Valencia F.C.: Mariano, Llobet, Piñol, Marín, Hipólito, Esteban, Rino, Cubells (cap.), Montes, Estellés y Cordellat.

Murcia F.C.: Juseph, Pagan, Roselló (cap.), Mateu, Calvo, Marco, Montoro, Alcázar, Ariño, Martínez y Servet.

Elige campo Murcia F.C., sol en contra. Saca Valencia F.C. pasando Montes a Estellés… 

El inicio del partido discurre con gran rapidez y acoso del Valencia F.C. sobre el Murcia F.C., pero poco a poco el equipo murciano logra equilibrar el dominio. Faltando 10 minutos para finalizar el primer tiempo, sucede un hecho que cambia el curso del match, Roselló defensa del Murcia F.C. (su mejor jugador junto a Pagán), sufre un derrame en la rodilla y abandona el campo, para poco después volver a entrar con la rodilla vendada, la lesión le impide correr y opta por pasar a la delantera, cambiando de posición Alcázar y Mateu que juegan de medio y defensa respectivamente. Mientras Montoro, sufre una caída que lo deja inconsciente durante cinco minutos, siendo atendido en la banda, el Valencia F.C., aprovecha la superioridad mediante una galopada de Esteban, entregando el balón atrás a Cordellat, que centra para que Cubells empalme a la red, ovación. Cinco minutos después acaba el primer tiempo. 


La segunda parte, es prácticamente un monólogo del Valencia F.C., al poco de iniciarse, un córner lanzado por Rino encuentra la cabeza de Cubells que remata sin piedad anotando el segundo de la tarde, ovación.


Montes consigue el tercer tanto, de tiro cruzado. 


El 3-0 hace que el Valencia F.C. se relaje, momento en el cual el Murcia F.C. estira sus líneas y dispone de varias ocasiones, pero el resultado ya no se movería hasta el pitido final. Alegría contenida en la afición, que despide con una fuerte ovación a ambos equipos.

La claridad del resultado hizo que los jugadores lesionados Bellver, Gascó y Reverter, así como la ausencia del defensa Simarro (al no encontrarse inscrito en legal forma), no se notaran en absoluto.
ACTO II

En la época, pasaba a la siguiente ronda el equipo que ganaba los dos partidos, o ganaba un partido y empataba el otro, y en el caso de que cada contendiente ganara un partido, habría de disputarse un tercer encuentro en campo neutral.

Así pues el Valencia F.C. necesitaba como mínimo empatar en Murcia para  acceder a tan codiciado premio. 


El partido de vuelta, se disputa una semana después, el 25 de febrero de 1923.

Para tal evento, la directiva del Murcia F.C. engalana el Campo Torre de la Marquesa, con unas gradas levantadas deprisa y corriendo, las tribunas y las porterías nuevas, dando la sensación de estar en un campo nuevo.

Acuden al campo un gran número de aficionados valencianos, para apoyar y arropar a su equipo.

El capitán del Murcia F.C. Roselló, es la importante baja del equipo murciano, mientras que por parte del Valencia F.C. Bellver, Gascó y Simarro, causan baja para este enfrentamiento.

…Buenas tardes y bienvenidos al Campo Torre de la Marquesa, donde se va a celebrar el partido de vuelta entre los Campeones Regionales Norte y Sur de la Federación Levantina, el campo presenta una numerosa concurrencia, son las 15:40h, asisten al match el Delegado Nacional señor Heredia, y de los Regionales los señores Yturribarria, Valero y Aguilar, nuevamente Ezequiel Montero del Colegio Centro, junto a los señores Alcázar y Noy como “liniersmen”, alinea a las dos equipos en la siguiente forma:

Murcia F.C.: Juseph, Pagan y Mateu, Marcos, Calvo y Montero, Martínez (A), Servet, Ariño, Martínez (E) y Alcázar.

Valencia F.C.: Mariano, Piñol y Marín, Hipólito, Esteban y Reverter, Rino, Cubells, Montes, Estellés y Cordellat.

Elige campo Murcia F.C., saca Valencia F.C. pasando Montes a Cubells… 

El partido es de una velocidad e intensidad indescriptible, ambos equipos salen a por todas desde el inicio, los jugadores del Murcia F.C. saben que necesitan adelantarse para tener alguna opción, puesto que el Valencia F.C. aguanta mejor físicamente.
Durante los primeros cuarenta y cinco minutos se contabilizan numerosas ocasiones de gol por parte de ambos equipos, es un toma y daca sin tregua. Ambos porteros participan activa e intensamente, Servet lanza un trallazo al larguero, y Montes consigue marcar un gol arrollando con el pecho, al balón y al portero Juseph, aunque es clara la falta, rápidamente el público murciano invadió el campo con ánimo de agredir al colegiado, y este anula el gol.


La segunda parte comienza con la misma intensidad que en el primer acto, pero se le añade un componente extra de pasión en el público murciano, sabedores que el empate significa su eliminación, dos corners mal sacados por Estellés y Rino son objeto de abucheo y ovación respectivamente, el ambiente empieza a caldearse, el cansancio empieza a hacer mella en los medios murcianos, y un despeje de Marín lo recoge Rino que sin marca, avanza por la banda y lanza un centro largo que aprovecha Montes de cabeza, para desequilibrar el match. Según los periodistas murcianos se encontraba en offside. Pero el colegiado lo valida subiendo al marcador.

El Murcia F.C., realiza varios cambios tácticos y se lanza a tumba abierta hacia la portería de Mariano, diez minutos después, en un barullo en el área valencianista Martínez (A), empalma a bote pronto y consigue el gol del empate, la ovación es enorme.

Los siguientes minutos son agónicos, a falta de fuerzas, se juega más con el corazón, se suceden las ocasiones en ambas áreas, así como el juego sucio y con él las faltas y brusquedades.

Cubells consigue marcar gol al saque de esquina de Rino, pero el árbitro anula el gol por entender que se ayuda de las manos. El público está fuera de sí.
Se contabilizan dos ocasiones de Montes, una fuera y otra para Juseph, y por el bando murciano de Martínez (E) que con dificultad detiene Mariano y la última la tiene Ariño, pero su tiro se marcha fuera y con él se llega al final del partido.


El partido se ha calentado tanto que al concluir el mismo, varios aficionados murcianos asaltan el terreno, con malas intenciones, varios jugadores del Valencia C.F. tienen que repeler algún intento de agresión, los numerosos aficionados valencianos rodearon a los jugadores valencianos para protegerlos e impedir algún acto incívico. 


La eliminatoria ha sido dura pero el premio conseguido, es lo más grande que le había sucedido al Valencia C.F. en los casi cuatro años de historia… la primera participación en la Copa, el torneo más importante a nivel nacional y el que nos ponía en el escaparate balompédico nacional.

Hasta donde he podido saber, el recibimiento al Valencia a su llegada a la estación del Norte, fue impresionante, una multitud esperaba la llegada del equipo. Creo que estoy en disposición de afirmar, que fue este y no otro, el momento más emocionante de la corta historia del club.


ACTO III

Participaron en esta edición de la Copa los ganadores de los ocho torneos regionales que se disputaron en España durante la temporada 1922-23. No participaron los campeones de Cantabria y Aragón, ya que ambos torneos todavía no estaban reconocidos oficialmente por la Real Federación Española de Fútbol. Dos equipos debutaron este año en la Copa del Rey: el Club Deportivo Europa y el Valencia Fútbol Club.


Los ocho campeones regionales que accedieron a la Copa, fueron: 

Por Cataluña, el C.D. Europa (al eliminar sorprendentemente al F.C. Barcelona, campeón en la edición de 1922).
Por Vizcaya, el Athletic de Bilbao.
Por Guipúzcoa, la Real Sociedad (también sorpresa al eliminar a R. Unión de Irún, subcampeón en la edición de 1922).
Por Andalucía, el Sevilla F.C.
Por Asturias, el Real Sporting de Gijón. 
Por Galicia, el Real Vigo Sporting.
Por Centro el Real Madrid F.C. 
Y por Levante, el Valencia F.C.

La primera eliminatoria nos empareja con el Campeón de Asturias, el Real Sporting de Gijón, fundado en 1908, su tarjeta de presentación eran los 7 títulos consecutivos del Campeonato Regional, y semifinalista de la Copa el año anterior, a esto se añadía también que muchos de sus jugadores (Meana, Argüelles, Palacios, Corsino, Bango y Germán), eran componentes habituales de la Selección Regional de Asturias, que se habían alzado con el Campeonato de España Regional (Copa Príncipe de Asturias), imponiéndose a las potentes Selecciones Regionales de Vizcaya, Galicia y Cataluña, en definitiva en esos momentos un club de los más importantes del panorama futbolístico.


En sus filas como cabeza visible, aparecía el medio centro y capitán Meana, un auténtico pulmón y valladar en la contención asturiana, además de ser un fijo en la Selección Nacional, había que destacar mucho para pertenecer a la selección nacional en 1923.

El equipo asturiano llegó a Valencia el día 23 de marzo, y se hospedó en el Hotel Ripalda. Llegó desde Madrid, donde disputó el partido de desempate el día anterior ante el Stadium de Oviedo. En dicho desempate resultó lesionado Ramonín, no pudiendo jugar contra el Valencia F.C. Por su parte el ValenciaF.C. no podría contar con Gascó ni Reverter y tampoco con el alma del equipo Arturo Montes, por estar enfermo.

En una entrevista a Meana, este estaba tranquilo porque el partido de vuelta y el desempate se jugaban en Asturias, y allí eran invencibles.

Cubells comentaba por su parte, que tenía grandes esperanzas, pero las lluvias caídas en los últimos días en Valencia, le eran más favorables a los asturianos, aún así dijo que pondría toda su voluntad y facultades para que la victoria cayera del lado valenciano.

Por su parte el presidente del Valencia F.C. D. Ramón Leonarte, comentaba la dificultad de la eliminatoria, pero que su equipo se crecía ante rivales más potentes, y apelaba a la valencianía de sus jugadores, para superar el resultado del último representante de la Región de Levante (El España F.C que sucumbió estrepitosamente frente al Sporting de Gijón por 6-0 y 0-7).


El partido de ida se disputa el 25 de marzo de 1923, en el Campo del Camino de Algirós, la expectación era máxima, sobre todo por saber el nivel del Valencia F.C. a la hora de competir contra un equipo, que tenía la vitola de favorito del torneo, junto al Athletic de Bilbao.

Para este acontecimiento, el club se vio desbordado, ante la numerosa petición de entradas, se quedó fuera sin localidades una multitud suficiente para llenar medio campo más.

El partido moralmente en sí, comenzó un poco antes, sabiéndose que Montes era baja por estar enfermo con fiebre, sin embargo, esta es una época de hombres hechos y derechos, de honor, de compromiso y de palabra, y en esto que Montes apareció cubierto de mantas en una tartana, el clamor del público asistente fue tremendo.

La lluvia había hecho acto de aparición desde el miércoles, y el Valencia F.C., hizo un enorme esfuerzo para que el campo no estuviera en peores condiciones, una numerosa brigada limpió y aplicó serrín y arena durante todo la mañana. El club puso toda su ilusión para que semejante día fuera perfecto.

La salida de ambos equipos se realiza bajo un impresionante aguacero, acompañado de una sonora ovación y una nube de fotógrafos impresionó numerosas placas. 

… Buenas tardes desde el Campo Camino de Algirós, lleno completo, como nunca antes se había visto, me aventuro a contar que somos más de ocho mil personas, en una tarde con nubes en el cielo, y una lluvia fina, que está dejando el campo en malas condiciones y resbaladizo, cuando el Sr. Leclerq del Colegio Guipuzcoano, alinea a los dos equipos de la siguiente forma:

Valencia F.C.: Mariano, Llobet, Piñol, Marín, Hipólito, Esteban, Rino, Cubells (cap.), Montes, Estellés y Cordellat.

Real Sporting de Gijón: Amadeo, Germán, Salas, Corsino, Meana (cap.), Jesús, Antonio, Arcadio, Bolado, Palacios y Argüelles.

Elige campo Valencia F.C., sacando de medio Sporting de Gijón…

El equipo asturiano salió en tromba dispuesto a sentenciar el partido desde el inicio, pero la línea de contención valenciana cortaba todos sus avances, debido a las reducidas dimensiones del terreno los asturianos deciden jugar al balón por arriba y por el centro, ya que no hay suficiente espacio para hacerlo por las bandas, por su parte el Valencia F.C. practica la táctica catalana del pase corto y por bajo, en esto se nota la mano de Sancho el ex mediocentro del F.C. Barcelona, que había cambiado la forma de jugar tradicional del Valencia F.C.

La capitanía entonces sí que era un rango, y viendo el partido que se avecinaba tanto Meana como Cubells, mandaban a sus jugadores, los ubicaban, les daban ánimos y les arengaban, con tal de que prestaran la máxima atención al juego.

El terreno poco a poco comenzaba a estar pesado, Arcadio tuvo una doble ocasión que desbarató Mariano, por su parte Meana y Corsino estaban en todas y cortaban los pocos avances valencianos; después del acoso inicial de los asturianos, Cubells tomó el mando del partido, y empezó a hacer jugar a sus compañeros, un combinación con Rino, encuentra el remate de Montes que detiene Amadeo; luego otra ocasión de Cubells que falla un remate claro, son los mejores momentos del equipo local, Montes se va con fuerza y por piernas, es un portento físico, pero no consigue acabar en gol por muy poco, el público ya estaba a punto de celebrarlo.


Meana se tenía que multiplicar, el Valencia F.C. estaba desatado, Marín estaba inconmensurable, Cubells no perdía ni un solo balón, Llobet y Piñol excepcionales, en fin todo el equipo estaba dando el máximo.
El Sporting logra salvar la situación y realiza varios avances, Arcadio y Bolado tuvieron sendas ocasiones que se marchan por muy poco. Cubells realiza un tiro peligroso que detiene Amadeo, Meana por su parte intenta también dos tiros que se marchan por arriba.


Al llegar el descanso, el público se pone en pie aplaudiendo y ovacionando a ambos equipos. Montes está físicamente destrozado, y se le aplica un reactivo para que continúe.

Al comenzar la segunda parte, el Sporting realiza un cambio táctico pasando Palacios al centro, por su parte Marín corta todas las jugadas asturianas, y se le oye decir - ¡por aquí no pasa nadie!.

Un centro de Argüelles lo remata Bolado, no siendo gol de milagro. Meana empezó a dar pases largos, momento en el cúal, el equipo asturiano embotella al Valencia F.C. 

Una falta que lanza Marín la remata Estellés y Amadeo realiza una bonita zamorana.


El partido empieza a romperse, y se suceden las ocasiones en ambas áreas, el cansancio empieza a hacer mella en ambos equipos, Cubells tiene un ocasión doble pero Amadeo las rechaza. Argüelles tiene otra ocasión pero Mariano está atentísimo. El público vive en permanente tensión, igual aplaude una ocasión de nuestro equipo, como sufre cuando atacan los asturianos. 

Ya sólo faltan tres minutos para acabar el encuentro, cuando Marín avanza el balón a Cubells que la cruza hacia Montes, este avanza con Meana al lado, y lanza un trallazo que se cuela bajo los pies de Amadeo, es gooool. Lo que se vivió en Algirós fue increíble, el público estaba fuera de sí, pañuelos al aire, después de haber sacado de centro el Sporting, aún estaba el público aplaudiendo, saltando y gritando.


No tuvo el Sporting ninguna ocasión más, y el colegiado Leclerq dio por concluido el partido. 

Cubells, llorando e intensamente emocionado, recibió con su equipo, la mayor ovación que se haya tributado jamás en Algirós.

Al finalizar el encuentro una multitud de aficionados saltó al campo y Montes fue sacado a hombros.


Toda la prensa nacional se hizo eco de la sorprendente victoria, y que suponía la consagración definitiva del equipo de fútbol valenciano.

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El Valencia F.C. salió el día 5 de abril, para jugar tres días después el partido de vuelta, lamentablemente para nuestro interese, el Sporting hizo valer el factor campo y su superioridad, y nos arrasa por 6 a 1, jugándose dos días después el desempate en el Campo de Teatinos, propiedad del Oviedo en el cual el combinado asturiano inclinó de su lado el marcador por 2 a 0. Así terminaría la primera participación del Valencia F.C. en la Copa.

El 25 de marzo de 2013 se celebró el 90 aniversario del primer de los más de 500 partidos de Copa disputados hasta la fecha, valga este relato para honrar la memoria, de un grupo humano que fue protagonista por su ilusión, dedicación y orgullo de representar a este club el Valencia Football Club.

1923 fue, y lo sigue siendo, uno de los años más importantes de la historia del Valencia F.C., entre otras cosas gana por vez primera el Campeonato Regional, juega su primera eliminatoria de Copa de España y compra unos terrenos a escasos metros, donde va tomando cuerpo el futuro campo, lo que hoy es la casa de todos los valencianistas… Mestalla.


José Luis Aguilar “PEPELU”
Socio del Valencia CF
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dissabte, 8 de febrer del 2014

Un año de ensueño (Homenaje de un valencianista a Luis Aragonés)

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El sueño de un hombre es parte de la memoria de todos”, dijo Albert Camus. Y Luis Aragonés tuvo la generosidad de hacernos partícipes a muchos hinchas de su sueño de una vida ligada al fútbol. Gracias por la parte que nos toca. 

Del futbolista, del entrenador, de la persona; de todo ello se ha hablado largo y tendido estos días. Pido turno ahora para esbozar las sensaciones, las de su paso por Valencia, puesto que un hombre –y su sueño- también es la impronta que deja. 

Luis nos regaló un año mágico. Una temporada, la 95-96, en la que los valencianistas volvimos a disputar realmente el título de Liga, algo que los de mi generación ni habíamos llegado a barruntar. Nos ayudó a reencontrarnos con el gen competitivo del bronco y copero en una campaña en la que Fernando y Mijatovic se doctoraron y el Real Madrid y el Barcelona se llevaron cuatro goles cada uno de Mestalla. 

Fue la temporada del roigismo en la que más se habló de fútbol y la única temporada de Roig que fue mejor que la pretemporada. Nadie podía imaginar, cuando el Espanyol nos ganó 2-0 en el penúltimo partido de la primera vuelta –con doblete del inefable Jordi Lardín-, que nuestro equipo protagonizaría una trepidante persecución al Atlético de Madrid, finalmente campeón. La que Luis resumió con el abrupto “Gil está acojonao”. 

La 95-96 representó la Primavera de Mestalla. La temporada en la que nos espolsamos los complejos de tres lustros y nos volvimos a poner el traje de gala para gritarle al mundo que el Valencia, ahora sí, había vuelto. La marcha ascendente del equipo convirtió las Generales de Pie en un lienzo permanente -blanco, negro, azul, rojo y amarillo- de banderas y todos los chavales nos compramos la sudadera Luanvi de entrenamiento. La identificación con jugadores como Poyatos, Gálvez o Mazinho era total; una plantilla entrañable en plena comunión con la afición. 

¿Que si tengo idealizada esa campaña? Posiblemente, pero es que la segunda vuelta la vivimos como si fuera la última. Entre victorias en casa que metían presión a los colchoneros y desplazamientos masivos que veía con envidia por televisión. 

Todo ello lo hicieron posible entre Luis Aragonés y aquellos futbolistas a los que Jesús Paredes dejó en perfecto estado de revista. Con profesionalidad, pasión y el apoyo de una afición entregada. La marca de la casa. 

Para la campaña siguiente pude conseguir mi primer pase -el de la foto de la final de Copa del Bernabéu- en la General de Pie Norte, cerca de la Penya Roberto Mislata. Pero para entonces a Luis ya le estaban empezando a hacer mobbing. La pretemporada volvió a importar más que la temporada y así nos fueron las cosas. En la presentación, Luis amagaba con la dimisión porque en el esquema del club el fútbol había pasado a segundo plano. Fuegos artificiales y peroratas de verano. El millor equip del món, deconstruído en el equipasso un año después. 

A partir de entonces todo fue a peor y la dimisión de Luis sólo quedó aplazada. Recuerdo perfectamente aquel partido de UEFA contra el Besiktas en el que se consumó. Las banderas ajedrezadas de los turcos, las bombers al revés en el fondo sur, el fallo garrafal de Amokachi en la portería del gol norte, la camiseta inédita con la publicidad de Ford Ka. Y, cómo no, la celebración del gol de Patxi Ferreira -mi amigo Patxi Ferreira, decía aquel cántico de Gol Gran-, la extensión de Luis sobre el campo, corriendo enrabietado hacia el banquillo para dedicarle el tanto al de Hortaleza. 

Emotivo epílogo. Sólo el interregno de Valdano separa el VCF de Luis del atinado desescombro de Ranieri, así que me permito, más allá de las discontinuidades en la plantilla, la licencia de vislumbrar la conexión atemporal y metafísica del bronco y copero. Del Valencia que supedita los nombres a los hombres. Aragonés la entendió a la primera. 

Del Luis futbolero está todo dicho. Como persona, me parecía que era pura cultura popular de Castilla La Nueva. Primero sarcasmo, después consejo. Por este orden. 

Contaremos a las nuevas generaciones de valencianistas lo bien que lo hizo aquí y cómo disfrutamos de aquella campaña 95-96. 

Seguro que para usted también fue un placer y un privilegio, gracias míster!


Simón Alegre 
socio del Valencia CF 
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