divendres, 27 de setembre del 2024

NOS VEMOS EN EL ENTIERRO

                                             

Y al acto asistirán todos. Y de entre el silencio sentido, tristeza e impotencia, emergerá el perfume del político, la gomina del financiero y la insolencia del periodista cooperante. Sin tanto protagonismo no andarán muy lejos, representantes de aquellas interesadas asociaciones bochornosamente cercanas al finado. Incluida la CEV. Departiendo con ilustres federativos incrédulos de la mortal dolencia del enfermo, ayudistas por omisión en su desaparición. Leyendas del club de respetuoso e impecable luto, haciéndole frente al remordimiento. Lágrimas, banderas, fotografías, coronas y curiosos, acompañando a 105 años de historia, intensos e inolvidables. 

Ese político valenciano, tan abierto y valiente en época electoral y tan cómodo, interesado e incapaz gobernando. Desde el poder y desde la oposición. Desde la Generalitat y desde el Ayuntamiento. Miedosos y ajenos a las preocupaciones reales de los valencianos. Escurridizos ante el interés general. Temerosos en la gestión de la indefensión de su ciudadanía. Cobardes para encarar situaciones comprometidas con el infractor poderoso. Arrojados cuando la infracción la firma el débil. La oportunidad perdida este pasado mes de julio con una INTERVENCIÓN política disfrazada de “MOCIÓN URGENTE”, humilla, frustra y desespera. Hubiera dado la posibilidad de rectificar y desarrollar los trámites legales administrativos para merecidamente derogar el actual Planeamiento que implicara la completa eliminación de las plusvalías urbanísticas ante el devenido incumplimiento de los actuales administradores del club. Invirtiendo en el problema real de la Institución y la indefensión de sus accionistas y seguidores, debilitando la posición de poder de su actual máximo accionista y disputando la recuperación de la dignidad perdida y la necesaria eliminación de esa sensación de impunidad con quien incumple, ofende, maltrata o veta. Pero no se atrevieron. Parece que no asumieron que el problema del enfermo era real, profundo y de enorme riesgo. Prefirieron polemizar en quien “trabajó” dicha moción, dando carnaza a políticos y periodistas débiles en busca de falsos intereses en contraposición al único interés oficialmente reconocido que es el de una sociedad de inversión valenciana por el suelo terciario del nuevo estadio. Harán bien ustedes en rezar además de por el difunto, por el cumplimiento en plazo de los hitos exigidos en la Moción aprobada. 

A través de al menos dos variables, el banco de referencia del club interviniendo a favor de sus propios intereses reforzando el afianzamiento de la deuda, hubiera podido limitar la actuación de una gestión impropia por parte de los ejecutivos del Valencia: la primera, a partir del 29 de julio de 2022 cuando el Consell anterior toma el Acuerdo de caducar la ATE por Incumplimiento. Su consecuencia, la disminución de la valoración de la edificabilidad del actual Mestalla y prenda principal del acreedor al decaer la calificación urbanística. No consta ante este hecho, la solicitud de sustitución de garantías y mucho menos la imposición de ejecución anticipada de la deuda en vigor. La segunda, producto de la refinanciación de la deuda bancaria en el ejercicio 2014-15, se exigió el cumplimiento de unos ratios calculados sobre la base de los estados financieros del club y que su incumplimiento, implicaría un supuesto de vencimiento anticipado del contrato. Según la última Memoria, el club solicitó para los ejercicios 22/23 y 23/24 un “waiver” o permiso del banco para incumplir su compromiso de mantener una posición adecuada en cuanto a liquidez, solvencia o estabilidad financiera que redujera las posibilidades de impago de la deuda. Dicha solicitud, según dichas cuentas resultó concedida. Procede por nuestra parte, repasar alguna cifra significativa a fecha 30 de junio de 2023 para entender los “merecimientos” del deudor sobre esta concesión: Deuda total: 329,4 MM de euros, obligaciones de pago a corto plazo: 130,6 MM de euros, fondo de maniobra: - 89 MM de euros, resultado financiero etapa “LIM”: - 187,4 MM de euros, capital social: 6,8 MM de euros, patrimonio neto: 18,6 MM de euros. Nos detenemos un instante para hacer una comparativa con el ejercicio 15/16 cuando el club presentó un Capital Social de 86,9 MM y un Patrimonio Neto de 110,4 MM de euros. Ingresos presupuestados 23/24: 97,7 MM de euros o gastos presupuestados 23/24: 125,2 MM de euros. Todo acompañado por el contexto conocido institucional, urbanístico, social, de empequeñecimiento deportivo y de riesgo reputacional para el banco. La entidad bancaria cuenta con su derecho a decidir así. El nuestro, menos vinculante, para juzgar la mayor o menor ortodoxia y rigor del análisis de riesgo y toma de decisiones así como para recordarles en que lugar tienen su Sede. Pueden consultar con el empresariado valenciano lo que significaba el Valencia para su ciudad y cotejen la oportunidad perdida de poder haber influido en poner las cosas algo más difícil a quien sistemáticamente ha incumplido. A nosotros y a ustedes, más allá del pago anual de la obligación. 

Durante 30 años, el Valencia padeció una especie de “corrupción” no tipificada ligada a la publicidad y su contraprestación en forma de amplificación del ruido y mensaje, a instancia de quien paga. Todo lícito. Dañino e inmoral pero legítimo. Influyente en el pasado y con transcendencia residual en la actualidad. Chatarra vieja solo seguida por el habitante de su desguace. Amén.  Por otra parte, sobresale un periodismo poderoso por la repercusión del medio que le da amparo justo en el momento más delicado. Profesionales limitados por líneas editoriales impuestas por las respectivas direcciones preocupadas por el itinerario de la opinión versus subvención. La presente y la futura. Son periodistas ágiles para virar y dependientes del turno de filtración, califican de buen o mal gestor a quien reiteradamente se esconde, buen o mal director deportivo al responsable de los patéticos mercados de fichajes o buena o mala directora financiera pese a presentar 8 de 9 ejercicios en pérdidas. Mudables si ven de cerca el colapso. Sin descuidar el periodismo laxo y blandito, experto o adolescente. Experimentados en el veto, sabemos de qué hablamos. Acompasados palmeros de la causa política y deportiva, que hablan y escriben al dictado de ineptos, alejados de un mínimo de decencia y oficio. Así, el agitador, el subvencionado y el felpudo conviven en perfecta armonía hasta el punto de resultar complicado diferenciarles. Capacidad de resignación para el profesional íntegro, valiente e independiente. Que los hay.

Nosotros también hemos cometido errores. No nos escondemos. Fiar toda nuestra estrategia hostil a la valentía política y financiera resultó una equivocación monumental. Sin ambages. Consentir alianzas contra natura no solo nos retrasó, nos paralizó. No aprovechar sinergias fue otra equivocación, esta compartida. Y trabajamos “al  céntimo” la vía gentil, sin conseguir en ninguna de las opciones gestionada la credencial que te permitiera presentar oferta alguna. Pese al potencial del club y de la comunidad, venció el contrapeso de la decadencia. El mantenimiento del Planeamiento, frustró y dificultó la posibilidad de poder sentar en una misma mesa, a los diferentes actores con capacidad para valorar la idoneidad o no del cambio de estadio en este momento. Pese a ser conocedores de la dificultad política, contable, financiera, jurídica-urbanística o de afectados. Por encima del análisis, resulta que había una consideración con rango de principal condicionante, donde el promotor – el club -, no tenía capacidad económica para acometer la obra y cambiar de casa. A partir de ahí y en este escenario el traslado se antojaba imposible. Inviable. Irrealizable. Desaconsejable. Irresponsable. Suicida. 

Por supuesto que vamos a ser parte de esta despedida. Alejados del perfume, gomina y variedad de  insolentes, asistiremos a despedirnos de forma discreta y si ellos nos dejan, acompañados de nuestros amigos de “LibertadVCF” y úvaM. Los primeros auténticos generadores de motivación, organización, energía, convencimiento, persistencia o ejemplo. Los segundos, porque nadie como ellos sabe cuidar, relatar y proteger aquel hermoso tesoro que heredamos, llamado Valencia Club de Fútbol. 

Llegando al final de la fábula tenemos suerte que tan solo sea una fábula. De esta forma, el club aún no ha muerto. Aún no bajó a segunda división. Aún no cumplió con los condicionantes impuestos en Licencia y Moción. Aún apelamos al arrepentimiento individual político, financiero y periodístico. Aún cabe aunar esfuerzos. Aún se puede constituir una mesa de trabajo ante la preocupación latente en la sociedad valenciana que no entiende la anacrónica comparación del momento actual del club con los años de principio de siglo cuando se decidió el cambio de casa. Distinto club, distinta sociedad, distinto escenario económico, urbanístico y político que precisa de expertos, diálogo y conclusiones. Y también de generosidad. Nos aplicamos.


Plataforma "Espíritu del 86”