divendres, 12 de juny del 2009

Las redes del viejo Mestalla. De travesaños y sus guardianes

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Habríamos en primer lugar de diferenciar entre “porterías”, como elemento físico del terreno de juego y sus inquilinos, los “porteros” o “guardametas”, esos seres tan extraños que en la historia nuestro Valencia CF han protagonizado cánticos y gritos de pánico casi por igual. (Sobre los histéricos gritos, normalmente de señora, que se escuchan cuando alguien se acerca con peligro a nuestra portería, habría que escribir post aparte…)

Respecto a las porterías de Mestalla, recordar que siempre me sorprendió su “cuadratura”, es decir, su profundidad y forma como de caja grande. En comparación con las porterías de otros estadios, las de Mestalla tienen, de siempre, la forma de un “gran cajón”. Nada que ver con las diminutas redes del viejo Atocha y su forma redondeada o el clásico (ya desaparecido) de la franja negra inferior en el Molinón. Sé que no siempre fueron así, y que, en tiempos del Matador y antes, un travesaño diagonal las cerraba por detrás. También recordar un cambio reciente: las redes negras de Quique, cosas de supersticiones, bonita estética, en fin…

Hablando de sus inquilinos, desgraciadamente no puedo hablar de Eizaguirre, la dupla Manzanedo-Pereira o el primer Sempere, ya que llegué tarde a ellos. En mi primera visita a Mestalla, la portería del Valencia estaba defendida por Bermell, que pasó sin pena ni gloria en aquel Valencia que desde lo más alto, se precipitaba a velocidad de vértigo hacia el abismo.

Nunca me gustó (perdón por la posible blasfemia) Sempere y eso que sus inicios como portero de balonmano deberían hacerme sentir cierta empatía hacia mi colega de “profesión”. Lo cierto es que nací al Valencianismo muy influido por mi primer recuerdo del alicantino: En TVE en un partido vibrante contra el FC Barcelona, dejar pasar el balón como si nada y encajar el correspondiente gol mientras alzaba la mano exigiendo algo así como que la falta en cuestión era indirecta y no directa. Aquel día frente a la tele descubrí dos cosas: una, que existían dos tipos de faltas (directas e indirectas) y dos, que teníamos un portero marrullero y protestón. “Hale Sempere, ja t’han ficat un supositori” sigue siendo uno de las frases más graciosas que jamás escuché a un vecino en Mestalla.

Esta segunda época Sempere estuvo también salpicada de algunos nombres curiosos y olvidables: Serna, un espigado portero presente en las fotos de aquella travesía cuaresmal que fue la 2ª división y Antonio, cuya cara de delincuente peligroso no hacía justicia a su verdadera identidad sobre el campo: más peligroso todavía. Aún se le ve en algún partido de veteranos donde el de Parla sigue defendiendo la portería del VCF.

Uno de mis primeros ídolos en Mestalla fue el gran Ochotorena, en especial su primera temporada que, coincidente con el renacer Espárrago, fue, sencillamente, espectacular. Con su sempiterna y hermosa camiseta gris, el ex del Real Madrid y Real Sociedad era un pedazo portero, pilar básico y piedra angular de aquel mágico valencia que volvía a Europa. Sempere alternó en era Hiddink y recuperó la titularidad con la baja del vasco. González no llegó a hacer sombra y su presencia en aquel Valencia, pese a las expectativas, no pasó de anecdótica y Anécdota (con mayúscula) para Miroslav Djukic.

Zubizarreta fue un fantástico portero del Valencia de los 90. Llegó ya mayor y con sus mejores años ya consumidos, pero los que lo vimos domingo a domingo, descubrimos en él a un portero sensacional y tremendamente sobrio, nunca hizo grandes paradones, no los necesitaba, siempre estaba en el sitio dónde debía estar.

Es cierto que hizo grandes cantadas, pero en la balanza de su rendimiento, pesa mucho más su tremenda regularidad y la seguridad, experiencia y saber estar que transmitía. La verdad es que, demostró ser un porterazo como la copa de un pino. Víctima de una intencionada e irrespetuosa campaña mediática, los que lo disfrutábamos en Mestalla, veíamos que más allá de sus esporádicas (y graves) cantadas, existía un profesional lleno de elegancia y un portero mucho más seguro y competente de lo que nos querían hacer ver desde fuera.

Eran tiempos difíciles, su cordura, elegancia, saber estar y, por qué no, su nivel deportivo, hicieron mucho bien por aquel entonces.

El fichaje de Cañizares tenía todas las papeletas para ser un éxito, un portero joven, pero con experiencia y calidad contrastada y que llegó a Valencia a triunfar. Brillante siempre, lleno de personalidad, de esos porteros que es mejor tener como amigo que como enemigo. Fue pilar y primera pieza de aquella espina dorsal mágica y ganadora que nunca olvidaremos. Sus lágrimas en aquel día (…) fueron las de todos, también fue nuestro su grito de júbilo con aquella copa de la liga en las manos.

No nombré a los eternos suplentes, algunos sin llegar a debutar como el internacional Molina, los “suplentes profesionales” Bartual o Mora, el misterioso caso Jonathan o Andrés Palop que, pese a noches memorables (en especial aquella en Highbury) marchó para dejar de ser un secundario.

El fracaso de un irregular Hildebrand (nunca pensé que un alemán fracasara en el VCF), aún así titular en la copa más amarga de la historia, ha dado paso al Status Quo actual: Un portero brasileño (¡quién lo iba a decir!) que ilusiona y una nueva estación terminal de un portero que prometía poco pero está dando mucho como César.

A todos ellos nuestro recuerdo, nos hicisteis gritar de pánico, pero también de alegría. La historia de muchas de vuestras paradas es también la historia del lugar inmortal donde fueron realizadas… las porterías del Viejo Mestalla.


Sergi Calvo
Socio del Valencia CF
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17 comentaris:

Oxímoron ha dit...

Recuerdo una anécdota relacionada con la portería del fondo norte. En el VCF-RCDE de la campaña 90-91 Sirakov disparó hacia ella en un momento de la primera parte y el balón entró por el lateral de la red. Pronto se afanó Sempere (con la titularidad ganada a Ochotorena muy recientemente) en demostrar con el gesto de traspasar con el esférico el hueco que se había abierto que se debía decretar saque de puerta. Después unos operarios arreglaron el descosido de las mallas. Era la primera vez que veía un caso parecido en un estadio.
Enhorabuena por el texto, estoy de acuerdo también con tus reflexiones y parece que compartimos recuerdos generacionales.

Anònim ha dit...

El primer duelo en la portería que recuerdo lo protagonizaron Pesudo y Abelardo. La grada se dividió pero el pulso lo ganó el asturiano. Luego, en los setenta, aparecieron los Meléndez, Cota y al final Balaguer. De Meléndez nunca olvidaré el día que jugó contra el Barça con un espectacular sueter de color rosa, ese día, noviembre del 71 se inauguró el reloj en la general de Gol Gran. El Valencia ganó por uno a cero, gol de Sergio.
El gran cambio en las porterías se produjo en la temp 70-71 y se estrenaron( no lo tengo confirmado) en el célebre 4-0 al Bilbao televisado. Se pusieron unas cintas que hacían las mallas profundas y se retiraron el hierro interior. Cuando se lanzaban almohadillas se hundía la red superior hasta rozar la hierba.

Saludos

Paco Lloret.

kawligas ha dit...

Manzanedo me maravillaba. Y más allá de debates estériles sobre la supremacía histórica de uno u otro cancerbero, Cañizares ha marcado una época. Abelardo, Balaguer, Pereira, Sempere, Ochotorena y Zubi los grandes a mi juicio desde que soy consciente de mi afición xé.

Anònim ha dit...

D'entre l'extensa nòmina de pseudo-porter que ens han defensat no podem obviar a u en nom i traça de cantant de tango: Gustavo Jorge Campagnuolo.

Josep Bosch.

Anònim ha dit...

Gran post.

Mi preferido, en lo sentimental, siempre será Pereira "Sandokan", el Salinger de los porteros. Su partido en Heyssel, penalty aparte, fue inenarrable. Sacó dos manos imposibles en la pórroga bajo las bolas del Atomium antológicas...

Luego empezó la liga totalmente perdido y dijo adiós.

BT

Anònim ha dit...

A mí Sempere me provocaba mucha inseguridad, nunca fue totalmente de mi agrado.

De los que yo he visto me quedo con Cañizares, además sus numeros le avalan.

Despues me quedaría con Ochotorena y con Zubi.

Y me quedé con ganas de ver a aquel gran portero vasco que fichamos y que jamás llegó a debutar, el gran Navajas.

Saludos palomiteros
Jose Miguel Lavarías

Anònim ha dit...

Me alegra mucho leer vuestros comentarios. Siempre es un palcer aprender de quien tiene más experiencia que yo (La experiencia tiene cura: el tiempo). Veo que coincidimos en muchos aspectos, algunos de ellos son indiscutibles: Cañizares, el señorío de Zubi y el fogonazo espectacular de Ochotorena, en especial en su primer año con Espárrago.
Disculpas por los olvidos (aunque es casi mejor dejarlo así.....) de Navajas o Campagnuolo... (la historia de los jugadores uruguayos en Mestalla es apasionante, desde Núñez a Diego Alonso o Nico Olivera...y también de los que nunca estuvieron, como Fonseca del que tengo un post en el horno).

Saludos, seguimos atentos.

Sergi Calvo

Anònim ha dit...

molt interessant el post. per edat i perquè jo també era porter, crec que el jugador del valència cf en el que més m'he fixat mai ha estat sempere. i he de dir que jo distingiria tres en lloc de dues etapes en la trajectoria del de puertollano. la primera correspondria al seu començament (cesió inclosa al rcd espanyol), es mostra com un porter espectacular amb el seu jersei verd amb mànegues negres de ressy. la segona etapa és la més oscura i comença amb la decepció que li suposa no ser convocat per al mundial 82 en benefici de miguel àngle com a tercer porter. aquesta etapa la passa durant anys a l'ombra de bermell, anonio, otxotorena,... per a renaixer als 90 amb el seu elegantíssim jersei ulhsport negre i marró i signar les millors temporades de la seua vida. al final acabà de suplent un any de zubi i ben bé haguera pogut ser l'heroi a madrid si haguerem aplegat als penals en la final de copa (rielo tenia pensat treure'l en aquest cas). gràcies per tants anys de dedicació, josé manuel.

albert carda.

Anònim ha dit...

obviament volia dir torrellano i no puertollano, aquest últim és el poble de cañete.

a.c.

Anònim ha dit...

Una anécdota intrascendente, pero que muestra muy bien las diferencias de aquellos tiempos con los "márketings" actuales:

En la final de la Copa del 79, el equipo vistió la mítica senyera de Ressy (en mi opinión la camiseta más bonita que jamás vistió el VCF), mientras que Manzanedo, titular en aquella final, vestía una camiseta verde de Adidas. En la final de la Recopa '80, el equipo íba de Adidas (aunque no llevaban marca todos), mientras que Pereira llevaba una bonita camiseta roja de Ressy...o sea, al revés....Eran otros tiempos de marcas y contratos de imagen, claro.

Hablando con un amigo (no había yo nacido, es memoria transmitida por los antiguos...), sobre el duelo Manzanedo-Pereira, me confirmó que el gallego procede del Pontevedra, mientras qeu Manzanedo vino del Burgos con Marcel Domingo junto a Palmer y Cabral...perdón que me vaya por las ramas, pero ¿alguien ha percibido el extraordinario parecido físico de Cabral con Roger Federer?.

Sergi Calvo

Anònim ha dit...

parlant d'anècdotes, em podria confirmar algú si agustín (porter del madrid i després del tenerife)és nebot del nostre pereira? em sona, però no estic segur.
respecte al jersei rosa del qual parlava paco lloret, l'he trobat a una reedició de cromos en facsímil que estan fent salvat i ediciones este. apareix a l'album de la temporada 72/73, és de coll alt i com apuntava paco posa la pell de gallina.

albert carda

Anònim ha dit...

Si Agustin es sobrino de Pereira
Tengo una foto de Melendez con la camiseta rosa, pero aqui no la puedo poner

Anònim ha dit...

Mi muy estimado hermano, bonito artículo sin duda.
Por razones de edad tengo recuerdos de algunos anteriores a los mentados; Balaguer, Abelardo, Cota, Menendez, Marro, Pereira...pero dado el carácter de estas paginas me gustaría aportar unos cuantos nombres para el recuerdo de Mestalla (y me dejaré muchos): Iribar, Arconada dos porteros de la mejor escuela vasca,presencias intimidatorias!!!...Carnevalli que hizo uno de sus mejores partidos en Mestalla con Las Palmas; Miguel Angel y García Remón del Madrid, Reina padre en el Atleti; Artola, Sadurní y Mora en El BCF, Castro del Sporting; Deusto del Malaga; SuperPaco del Sevilla...
Y más actuales, Alberto de la Real, Liaño, Iker, Illgner, Busquets y Valdés, y de los de fuera quizás Kahn y Toldo...
Todos nos han hecho sufrir haciendo "el partido o la parada de su vida contra el VCF". Malditos porteros rivales!!!

Chimo Calvo

Anònim ha dit...

Como dice Chimo, "el partido de su vida" lo hemos sufrido en muchos casos, es ese "Huuuyyyy....la mare que lo parió!" tan clásico en el cemento Mestallil.
La situación más kafkiana fue ver a Farinós, el del Barrio de la Torre como ¡portero rival!, agarrando la pelota como si la vida le fuera en ello en un descuento fatídico.....

En fin..."cosas veredes"

Sergi Calvo

Anònim ha dit...

Ese día hubiera ahostiado a Farinós. Parecía un niño pequeño, yo, yo, yo me pongo. Ese exibicionismo infantil e inmaduro...menudo bobín de los bosques...

BT

Entrópico ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.
Oxímoron ha dit...

Una anécdota similar a la que relatáis de Farinós la recuerdo en el VCF-FCB de la temporada 93-94.
El Barcelona nos ganaba 0-3 y estaba dando la puntilla a Paco Real. Casi al final del encuentro (no llegaba nuestro gol 3000) expulsaron a Sempere por una falta como último hombre del equipo dentro del área. Le tocó a Camarasa pasar el trago de hacer la estatua ante Koeman.
Por cierto, gloriosa fue la trilogía de penaltis atajados por Zubizarreta, pocos pero inolvidables: Penev, Klinsmann y Mijatovic.
Por último, constato tres de las trayectorias más efímeras de porteros en Mestalla: Falagán, Notario y Rangel.