A la memoria de mi abuelo Manolo
Mi abuelo materno fue siempre un valencianista extrañado, un bohemio, un hombre del otro lado. Se pasó la post-guerra entre bambalinas, envuelto en la nebulosa del mundo irreal del teatro, que quizás fuese entonces el único mundo de verdad, el único espacio donde algunos hombres aún podían considerarse medianamente libres. Había salido de Valencia en el 39 y durante casi 15 años dio por vueltas por España.
En ese periodo trabajó con Jardiel Poncela y La Compañía Nacional de Teatro, donde fue un meritorio galán de segunda hasta que los celos de mi abuela y la mala vida le aconsejaron volver al redil. En 1954 lo dejó todo. O casi todo. Y volvió a Valencia, con mi abuela y mi madre, donde se estableció como representante de una fábrica de hierros y forjados.
En su regreso definitivo a Valencia, una de las primeras cosas que hizo fue sacarse el abono de Mestalla, el templo que no pisaba desde antes de la guerra. Cada tarde se juntaba con su amigo Pepe Esteban, taquillero del VCF en las oficinas que el club tenía en la avenida José Antonio (Regne de València). La mujer de Pepe Esteban también era actriz y cuando estaba de turné, su marido hacía vida en el piso que mis abuelos tenían en la calle Tejedores, frente a la actual Ca Revolta, en el barrio de Velluters. Casi todos los días se reunían en el bar Asturias, frente al Instituto Obrero de san Vicente. Y allí, entre vinos y partidas de cartas, echaban la tarde.
El Valencia, lógicamente, era tema obligado en la tertulia. Había pasado la gloria eléctrica de los 40' pero perduraba el carácter bronco y copero que le hacía tan reconocible entre los suyos. Esta estampa ilustra aquella época con precisión. La vieja tribuna de inspiración inglesa se sostiene junto al nuevo y emergente Gol Gran en un escenario que ya no esconde los cambios definitivos que están a punto de concretarse. Cuatro clásicos participan en la instantánea. A punto de rematar Mañó, de fondo Puchades, casi escondido Pasieguito y en segundo plano, esperando el rechace, Buqué, el preferido de mi abuelo.
Buqué era un jugador que tenía sus detractores. Y no es casual que muchos años después la frase “eres més lento que Buqué” mantuviera su sentido en el imaginario colectivo de Mestalla. Pero detractores a parte, Buqué era también un futbolista de toque, un artista, un mago del balón. Quizás por eso mi abuelo fue siempre su máximo defensor. Es posible que le recordara sus años de juventud en el teatro y quien sabe si estableciera nexos creativos entre ambos ámbitos. No lo sé. Esa, como tantas otras, es una de las conversaciones pendientes que nunca pude tener con él. El abuelo murió en 1964, con sólo 52 años, cuando yo ni siquiera estaba en camino. Mi primer pase en Mestalla fue su herencia. Sector 6 fila 7. Su yerno, mi padre, lo mantuvo 8 años a su nombre y sólo lo cambió cuando yo nací. Esta foto es el mejor testimonio que he encontrado para hacerle partícipe eterno de la larga vida de Mestalla. Entre bambalinas seguro que sonríe.
Rafael Lahuerta Yúfera
Socio del Valencia CF
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Mi abuelo materno fue siempre un valencianista extrañado, un bohemio, un hombre del otro lado. Se pasó la post-guerra entre bambalinas, envuelto en la nebulosa del mundo irreal del teatro, que quizás fuese entonces el único mundo de verdad, el único espacio donde algunos hombres aún podían considerarse medianamente libres. Había salido de Valencia en el 39 y durante casi 15 años dio por vueltas por España.
En ese periodo trabajó con Jardiel Poncela y La Compañía Nacional de Teatro, donde fue un meritorio galán de segunda hasta que los celos de mi abuela y la mala vida le aconsejaron volver al redil. En 1954 lo dejó todo. O casi todo. Y volvió a Valencia, con mi abuela y mi madre, donde se estableció como representante de una fábrica de hierros y forjados.
En su regreso definitivo a Valencia, una de las primeras cosas que hizo fue sacarse el abono de Mestalla, el templo que no pisaba desde antes de la guerra. Cada tarde se juntaba con su amigo Pepe Esteban, taquillero del VCF en las oficinas que el club tenía en la avenida José Antonio (Regne de València). La mujer de Pepe Esteban también era actriz y cuando estaba de turné, su marido hacía vida en el piso que mis abuelos tenían en la calle Tejedores, frente a la actual Ca Revolta, en el barrio de Velluters. Casi todos los días se reunían en el bar Asturias, frente al Instituto Obrero de san Vicente. Y allí, entre vinos y partidas de cartas, echaban la tarde.
El Valencia, lógicamente, era tema obligado en la tertulia. Había pasado la gloria eléctrica de los 40' pero perduraba el carácter bronco y copero que le hacía tan reconocible entre los suyos. Esta estampa ilustra aquella época con precisión. La vieja tribuna de inspiración inglesa se sostiene junto al nuevo y emergente Gol Gran en un escenario que ya no esconde los cambios definitivos que están a punto de concretarse. Cuatro clásicos participan en la instantánea. A punto de rematar Mañó, de fondo Puchades, casi escondido Pasieguito y en segundo plano, esperando el rechace, Buqué, el preferido de mi abuelo.
Buqué era un jugador que tenía sus detractores. Y no es casual que muchos años después la frase “eres més lento que Buqué” mantuviera su sentido en el imaginario colectivo de Mestalla. Pero detractores a parte, Buqué era también un futbolista de toque, un artista, un mago del balón. Quizás por eso mi abuelo fue siempre su máximo defensor. Es posible que le recordara sus años de juventud en el teatro y quien sabe si estableciera nexos creativos entre ambos ámbitos. No lo sé. Esa, como tantas otras, es una de las conversaciones pendientes que nunca pude tener con él. El abuelo murió en 1964, con sólo 52 años, cuando yo ni siquiera estaba en camino. Mi primer pase en Mestalla fue su herencia. Sector 6 fila 7. Su yerno, mi padre, lo mantuvo 8 años a su nombre y sólo lo cambió cuando yo nací. Esta foto es el mejor testimonio que he encontrado para hacerle partícipe eterno de la larga vida de Mestalla. Entre bambalinas seguro que sonríe.
Rafael Lahuerta Yúfera
Socio del Valencia CF
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11 comentaris:
¡Cuántas vidas truncó la Guerra Civil! Y no solo me refiero a los que murieron. Mi abuela era corista, una vicetiple,... Lo tuvo que dejar también. Pero si Buqué reconciliaba a tu abuelo con la vida que una vez vivió, ¡qué más daba si era lento! Ha habido lentos geniales...
Gran articulo Rafa.Un saludo desde Puçol.
Muy bueno Rafa,
Con esa frase hemos crecido muchas generaciones en Mestalla. Me gustaría saber quién la inventó aunque me temo que eso será complicado por no decir imposible.
A mi padre se la escuché en infinidad de ocasiones. Buqué tuvo un sucesor en la década de los 60, un centrocampista vasco que jugó también en el Atlético de Madrid y que acabó su carrera en la Real Sociedad a principios de los 70. En el Valencia pasó con más pena que gloria. Más que lento era manso y la masa se ponía de los nervios.
Casualidades de la vida muchos años después descubrí que era el director del Hotel Costa Vasca de San Sebastián donde solíamos ir cuando el Valencia jugaba en Atocha.
Paco Lloret.
Ah , se me olvidaba su nombre. Era Urtiaga y la gente le tuvo tanta manía porque en 4 años marcó 4 goles. En el Atlético marcó 11 en la primera campaña y en la Real tenía la fea costumbre de marcarle siempre al Valencia. Un gol suyo costó la derrota en Atocha en la 71-72 cuando los de Dí Stéfano se disputaban el liderato con el Real Madrid.
Paco Lloret
Ha sido una constante el medio lento del Valencia, de fácil reprobación por la grada. Los números son incontestables a favor de los "lentos". Paquito, Fernando, Tomás, incluso Castellanos entre otros. Calidad técnica de sobra con aparente motor al ralentí.¡Cuánto les debemos a los lentos!
Siempre entrañable Rafa, la historia de sus allegados.
Alfredo Cardona.
Hola a todos...........
Yo soy Quique Buqué, el hijo de ese ""lento"" y lo que has escrito me ha hecho llorar de emoción.
No se como poder agradecer a mi padre el haberme dejado ese otro apellido que llevo con mucha honra.
Te puedo contar que como anécdota íbamos mi padre, mi hermana Paloma y yo en un taxi, y el taxista exclamo eso de """" eres mas lento que Buqué """" en ese momento yo , que iba sentado delante, le dije al taxista..... Pues ese es Buqué. El taxista se quería morir, pero mi padre, que se reía hasta de la muerte, se partía de risa.......
No creo que en la historia reciente del Valencia existan dichos como estos ya que en la actualidad no hay "jugadores del Valencia" sino " mercenarios del Valencia".
Bueno, no me enrollo y te doy las gracias en nombre de mi familia por seguir recordando a un futbolista, hombre, amigo, marido y padre extraordinario...... este si que era un """ CRACK """
!!!!! AMUNT VALENCIA!!!!
Hola a todos...........
Yo soy Quique Buqué, el hijo de ese ""lento"" y lo que has escrito me ha hecho llorar de emoción.
No se como poder agradecer a mi padre el haberme dejado ese otro apellido que llevo con mucha honra.
Te puedo contar que como anécdota íbamos mi padre, mi hermana Paloma y yo en un taxi, y el taxista exclamo eso de """" eres mas lento que Buqué """" en ese momento yo , que iba sentado delante, le dije al taxista..... Pues ese es Buqué. El taxista se quería morir, pero mi padre, que se reía hasta de la muerte, se partía de risa.......
No creo que en la historia reciente del Valencia existan dichos como estos ya que en la actualidad no hay "jugadores del Valencia" sino " mercenarios del Valencia".
Bueno, no me enrollo y te doy las gracias en nombre de mi familia por seguir recordando a un futbolista, hombre, amigo, marido y padre extraordinario...... este si que era un """ CRACK """
!!!!! AMUNT VALENCIA!!!!
Hola a todos los valencianistas. Desgraciadamente no pude ver al Buqué futbolista ya que yo soy joven, pero si lo conocí en persona y aún que era un niño, recuerdo su sonrisa constante. Y si por algo le tengo que dar las gracias es pq gracias a él tengo a una tia genial Paloma Buqué y a mis dos primas hermanas Paloma Torres Buqué de mi edad y a Belén Torres Buqué. Por ellas va este comentario y por el catalán como yo que no quiso triunfar en el Barça Enrique Buqué.
Carlos Ballart Torres.
hola.... soy el hijo de quique buqué ,y nieto del mismo
.No tube la oportunidad de conocer a mi abuelo en profundidad, lo unico que recuerdo es que me sento con el en mi 4cumpleaños y soplo las velas con migo.......
he leido bastante sobre el y la verdad es que he aprendido muchisimo...... yo tambien juego al futbol y cuando mi padre me ve jugar lo unico que se le ocurre es corregirme en algo y eso cada vez me motiva mas y le estoy muy agradecido a el y a toda mi familia.......
un abrazo a todos los chessss....
Anoche tu abuelo Manolo y Buqué vieron juntos la final del Mundial, si, en anfiteatro, que es dónde le gustaba a Buqué disfrutar del fútbol, como en un tablero de ajedrez. Y charlaron, y rieron y lloraron, y se dieron un abrazo lleno de emoción. Buqué le comentaba con voz pausada y tranquila las jugadas, mientras se fumaba un Montecristo del 4, tu abuelo Manolo disfrutaba de compartir ese partido junto a su jugador preferido. Así fué, que yo lo sentí. Sería bonito, verdad?
Un abrazo
Anoche tu abuelo Manolo y Buqué vieron juntos la final del Mundial, si, en anfiteatro, que es dónde le gustaba a Buqué disfrutar del fútbol, como en un tablero de ajedrez. Y charlaron, y rieron y lloraron, y se dieron un abrazo lleno de emoción. Buqué le comentaba con voz pausada y tranquila las jugadas, mientras se fumaba un Montecristo del 4, tu abuelo Manolo disfrutaba de compartir ese partido junto a su jugador preferido. Así fué, que yo lo sentí. Sería bonito, verdad?
Un abrazo
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