Folclore de la grada Gol Gran. VCF-At.Madrid. Temporada 1995-96. |
Leí las memorias de Joaquín Maldonado en un momento de crisis severa. En el retiro espiritual de mi padre, en el Perellonet junto al mar Mediterráneo, bajo un banderín del Valencia C.F. y la atenta mirada de un recuerdo fotográfico de mi viejo junto a Alepuz, ex-jugador del Deportivo de La Coruña y presidente del colegio valenciano de entrenadores de fútbol. Eran Tiempos revueltos. El culebrón del verano discernía sobre el proceso de la venta del club. Para unos, una traición al sentiment, para la banca la venta de un activo tóxico, y para otros la mayor transacción planetaria del fútbol mundial.
Regresar al pasado a veces no es fácil y narrar en primera persona un pedazo de historia personal vivida en la gradas de Mestalla tampoco lo es. Es incluso hasta punzante. Había caído Don Arturo Tuzón por la némesis de un nuevo lobby abonado a la fanfarronería y al discurso fácil. Pasamos del naranjazo al ladrillazo (años más tarde de l´equipasso al batacasso).
Me refrescó la memoria
volver a leer el magnífico relato " La balada del Bar Torino "
escrito por mi amigo y compañero de grada Rafa Lahuerta Yúfera. Rafa
siempre ha sido una enciclopedia vasta de datos y fechas, y memorable ha sido
siempre su aportación al valencianismo literario. Le avala la modestia del
anti-héroe. Al día siguiente de la toma de posesión del nuevo terrateniente de
Mestalla, Paco Roig, nos reunimos Gonzalo Mora, Rafa Lahuerta, Javier
Galdón y Pedro Nebot. "Gol Gran se cocinaba en los fogones del Bar los
Toneles un día 10 de marzo a la sombra de la estación del norte, obra del
brillante arquitecto Demetrio Ribes. Me viene a la memoria un
reflejo de como Rafa jugaba con un bolígrafo dibujando en una servilleta del palacio
del calamar "Gol Gran”. El nuevo proyecto se ponía en marcha a escasos
metros de la desparecida bajada de san francisco, el origen del valencianismo.
El traslado al fondo sur
de la peña Lubos y el resto de jóvenes hinchas del fondo norte requería unos
trámites burocráticos, se abría un nuevo Valencia de oficinas y despachos
segregado en departamentos especializados gracias a la modernización de las
nuevas estructuras del club. El interlocutor con el club fue Don Antonio
Company (R.I.P) risueño, afable y con don de gentes, hombre fuerte en la
campaña de Paco Roig. Algunos vieron la puesta en escena de la nueva
grada Gol Gran (Lubos) en su primera temporada como en tiempos de República. El
Mestalla de las dos gradas de animación. "Los rojos y los azules “. El Gol
Gran frente al Gol Xicotet. Se equivocaron. Mismo ADN pero diferente actitud.
Aunque años después algún bocachancla radiofónico nacido y bautizado en la pila
del bautismo de la corporación rogista, llegó a vaticinar que Gol Gran era un
fondo marxista. Grave error. Daniel Le Breton escribió que liberado de
tradiciones y costumbres cada ser humano se convierte en su propio dueño y sólo
debe rendir cuentas a sÍ mismo. Rescato y destaco las palabras que definieron
los principios fundacionales. "Seríamos más bien una plataforma de
jóvenes valencianistas con ganas de animar al equipo sin alardes de violencia
ambiental. No racismo. No homofobia. No nacionalismos. Por contra potenciaríamos
al máximo la historia del club.
Una de las claves para el
buen funcionamiento orgánico de la grada fue la independencia económica. Sin
jerarquías. Ni subvenciones a los desplazamientos ni a los tifos. Nunca estuvimos
en venta. Optamos por el camino inverso a la radicalización ambiental. La
desradicalización. Y así empezó todo.
La renovación estética de
la fachada del gol sur quedaba marcada por una arquitectura apoyada sobre dos
pilares: El blanquinegrismo y el bilingüismo. Un regreso al Bar Torino. Un
guiño a la memoria histórica del club. Ante la incomprensión general de un sin
fin de socios y aficionados que durante muchos años vivían el fútbol
apasionadamente en la grada sur sin apenas animación y colorido, debutamos un
Valencia-Sevilla. Habíamos usurpado su espacio natural, su hábitat. Y eso, que
era una grada abonada a las peñas, Arrós Caldós, Toni Lambada, Carrilers, Penya
Politécnica, entre otras. Lo que en su día no supieron proyectar los
políticos valencianos, construir la "Gran Valencia" o bien el museo
del folklore, proyecto fallido, lo hicimos nosotros en apenas una temporada y
en una grada. El fondo central de la vieja general se pobló de banderas
blanquinegras, banderones tricolores, minibanderas, bufandas, una fusión al
estilo más canalla de Ricard Camarena amenizado por cánticos populares y
temas valencianos. Supimos remar en una sola dirección matriculando a los más
entusiastas del fondo sur en la universidad Gol Gran y dejando de lado, egos y
fantasmas del pasado. Fuimos más de letras que de ciencias, fuimos los poetas
de la grada....
Endavant Gol Gran. No
continuará.
Pedro Nebot (Fundador Gol
Gran)