Recordar Mestalla significa recordar el futbol añejo, el futbol en blanco y negro.
Tengo en la memoria aquella grada de preferencia, repleta de sillas de enea y con los palcos cuadrados en la parte superior. Los vestuarios, iguales que los de ahora, aunque menos modernizados, lógicamente. El túnel de vestuarios, con la subida por las escaleras hacia el terreno de juego...
El Valencia CF es un club que guarda muchas similitudes con mi Sevilla FC. El Valencia, la ciudad, el clima, el olor a azahar y la mucha pasión de un público exigente y entendido que no le gusta las medias tintas, los partidos entre ambos equipos siempre han sido tensos. No hace mucho estuve en Valencia y la ciudad está preciosa.
Mi primer partido en Mestalla fue en la temporada 1971-72. El Valencia tenía un equipazo. Era el actual campeón de liga. Era el Valencia de los Claramunt, Sol, Vidagany... entrenados por otro fenómeno, D. Alfredo Di Stéfano. De aquel partido recuerdo que jugamos con una equipación que nunca más volvimos a utilizar, sólo en aquella ocasión. La camiseta era blanquirroja, con pantalón azul y medias rojas con la vuelta en blanco.
Precisamente esa temporada descendimos a segunda división y ya no regresé a ese estadio hasta la temporada 1975-76 y ya disputé todos los encuentros ligueros hasta la temporada 1982-83. De todos estos años recuerdo los marcajes a Marito Kempes, con el que llegué a tener buena amistad, alimentada más aún a raiz de la llegada de Daniel Bertoni al Sevilla FC justo después de que ganaran el mundial 78 con Argentina. Mario era un futbolista muy potente, se desmarcaba extraordinariamente y era dificilísimo de parar. En una ocasión, en uno de esos marcajes por todo el campo, llegó a decirme: "Qué pesado sos, obrero" y yo le decía: "aquí estoy, arquitecto". Aun con todo, me resultaba más "fácil" marcarlo a él que al típico delantero bajito, rápido y habilidoso, que me train todo el partido mareado, como Rubén Valdez, que tenía un dribling buenísimo.
Abelardo, Juan Sol, Manolo Botubot... muy buenos amigos míos, hechos con el paso del tiempo y a base de enfrentarnos.
Quiero agradecer la oportunidad que me habéis brindado para aportar mi granito de arena al homenaje que el viejo Mestalla merece.
Pablo Blanco
Futbolista del Sevilla FC
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Tengo en la memoria aquella grada de preferencia, repleta de sillas de enea y con los palcos cuadrados en la parte superior. Los vestuarios, iguales que los de ahora, aunque menos modernizados, lógicamente. El túnel de vestuarios, con la subida por las escaleras hacia el terreno de juego...
El Valencia CF es un club que guarda muchas similitudes con mi Sevilla FC. El Valencia, la ciudad, el clima, el olor a azahar y la mucha pasión de un público exigente y entendido que no le gusta las medias tintas, los partidos entre ambos equipos siempre han sido tensos. No hace mucho estuve en Valencia y la ciudad está preciosa.
Mi primer partido en Mestalla fue en la temporada 1971-72. El Valencia tenía un equipazo. Era el actual campeón de liga. Era el Valencia de los Claramunt, Sol, Vidagany... entrenados por otro fenómeno, D. Alfredo Di Stéfano. De aquel partido recuerdo que jugamos con una equipación que nunca más volvimos a utilizar, sólo en aquella ocasión. La camiseta era blanquirroja, con pantalón azul y medias rojas con la vuelta en blanco.
Precisamente esa temporada descendimos a segunda división y ya no regresé a ese estadio hasta la temporada 1975-76 y ya disputé todos los encuentros ligueros hasta la temporada 1982-83. De todos estos años recuerdo los marcajes a Marito Kempes, con el que llegué a tener buena amistad, alimentada más aún a raiz de la llegada de Daniel Bertoni al Sevilla FC justo después de que ganaran el mundial 78 con Argentina. Mario era un futbolista muy potente, se desmarcaba extraordinariamente y era dificilísimo de parar. En una ocasión, en uno de esos marcajes por todo el campo, llegó a decirme: "Qué pesado sos, obrero" y yo le decía: "aquí estoy, arquitecto". Aun con todo, me resultaba más "fácil" marcarlo a él que al típico delantero bajito, rápido y habilidoso, que me train todo el partido mareado, como Rubén Valdez, que tenía un dribling buenísimo.
Abelardo, Juan Sol, Manolo Botubot... muy buenos amigos míos, hechos con el paso del tiempo y a base de enfrentarnos.
Quiero agradecer la oportunidad que me habéis brindado para aportar mi granito de arena al homenaje que el viejo Mestalla merece.
Pablo Blanco
Futbolista del Sevilla FC
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