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Es triste pedir… pero más triste es robar, así que voy a pedir un favor. Sí, ya sé que no corren buenos tiempos para pedir favores y menos para darlos, pero ocurre que el próximo jueves un equipo de fútbol, nuestro equipo, el Valencia CF, necesita una inyección intravenosa de optimismo, de fuerza, de garra, de pasión y de todos esos valores que hace tiempo, demasiado tiempo, que no se dejan ver por Mestalla. Los otros valores el sufrimiento, la angustia, y la desesperación, se dan por hecho, pues ya vienen de serie, en el ADN de todos los aficionados de este club.
Ocurre, que pese al desastre anímico del partido de ida, tenemos la tremenda fortuna de poder dar la vuelta a la situación. Increíble pero cierto.
Está claro que no tenemos las sensaciones de antaño, de lo difícil que es remontar este partido, ante un rival inferior deportivamente pero superior “simeonicamente”. Tenemos que apoyar hasta la extenuación como lo hicimos con los equipos de Ranieri, de Cúper, y de Benítez…
Si, ya lo sé, ya no está el espíritu de los gladiadores de Ranieri, ni veremos el juego eléctrico de la primavera de 2000 de Cúper (bien recordado por Rafa Lahuerta), ni el asombroso equipo “anti-galaxias” de Benítez: de aquel lustro primoroso sólo queda un vestigio, el viejo capitán Albelda. A David no le tengo que decir nada, el debe saber que es su último tren, puede que su última gran portada en los diarios valencianos, su retirada perfecta… El resto de jugadores es nuevo en estas lides (a excepción de Miguel, Maduro y Banega), y no deben dejar pasar esta oportunidad, debe ser su momento, deben traducir su hambre de títulos en el terreno de juego.
Os pido que no os fijéis en la foto de los jugadores que levantaron la última copa de la UEFA. En este caso cualquier comparación sí que es odiosa. Aquello pertenece al pasado, hay que vivir del presente. Pensad que el título lo levantan los Soldado, Guaita, Rami, Feghouli, Canales… Evidentemente las circunstancias son otras, la balanza se declina en contra del equipo de Emery. Nos dimos un atracón de títulos, y aún sufrimos el empacho, pero se puede remediar: en noventa minutos podemos estar cerca de volver a luchar por un hueco en la final de Bucarest, por sacar a pasear nuestros triunfos en la Plaza del Ayuntamiento, en Mestalla y en las plazas más importantes de cientos de poblaciones valencianas.
Mis hijos por su edad ya no se acuerdan de lo que es celebrar títulos, y necesitamos que ellos crean, vean y sepan que nos crecemos en las adversidades y que aquí también sabemos cómo ganar, que no se nos ha olvidado.
Así que, como reza el título del post, os voy a pedir que este jueves todos los que vayamos a Mestalla estemos al doscientos por cien con el equipo, bufanda en mano, no importa la temporada insulsa ni las empanadas tácticas. Os pido robarle noventa minutos a la realidad que nos acecha: hay que darlo todo para pasar a otra final europea. Nos debemos emplear a fondo, para recuperar las sensaciones de las semifinales previas a París, a Milán, a Göteborg… y hacer que la semifinal previa a Bucarest aparezcas eternamente junto a este trío, y así formar un póker europeo moderno.
Que por nosotros no sea.
Nos lo debemos.
AMUNT.
José Luis Aguilar, Pepelu
Socio del Valencia CF
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Ocurre, que pese al desastre anímico del partido de ida, tenemos la tremenda fortuna de poder dar la vuelta a la situación. Increíble pero cierto.
Está claro que no tenemos las sensaciones de antaño, de lo difícil que es remontar este partido, ante un rival inferior deportivamente pero superior “simeonicamente”. Tenemos que apoyar hasta la extenuación como lo hicimos con los equipos de Ranieri, de Cúper, y de Benítez…
Si, ya lo sé, ya no está el espíritu de los gladiadores de Ranieri, ni veremos el juego eléctrico de la primavera de 2000 de Cúper (bien recordado por Rafa Lahuerta), ni el asombroso equipo “anti-galaxias” de Benítez: de aquel lustro primoroso sólo queda un vestigio, el viejo capitán Albelda. A David no le tengo que decir nada, el debe saber que es su último tren, puede que su última gran portada en los diarios valencianos, su retirada perfecta… El resto de jugadores es nuevo en estas lides (a excepción de Miguel, Maduro y Banega), y no deben dejar pasar esta oportunidad, debe ser su momento, deben traducir su hambre de títulos en el terreno de juego.
Os pido que no os fijéis en la foto de los jugadores que levantaron la última copa de la UEFA. En este caso cualquier comparación sí que es odiosa. Aquello pertenece al pasado, hay que vivir del presente. Pensad que el título lo levantan los Soldado, Guaita, Rami, Feghouli, Canales… Evidentemente las circunstancias son otras, la balanza se declina en contra del equipo de Emery. Nos dimos un atracón de títulos, y aún sufrimos el empacho, pero se puede remediar: en noventa minutos podemos estar cerca de volver a luchar por un hueco en la final de Bucarest, por sacar a pasear nuestros triunfos en la Plaza del Ayuntamiento, en Mestalla y en las plazas más importantes de cientos de poblaciones valencianas.
Mis hijos por su edad ya no se acuerdan de lo que es celebrar títulos, y necesitamos que ellos crean, vean y sepan que nos crecemos en las adversidades y que aquí también sabemos cómo ganar, que no se nos ha olvidado.
Así que, como reza el título del post, os voy a pedir que este jueves todos los que vayamos a Mestalla estemos al doscientos por cien con el equipo, bufanda en mano, no importa la temporada insulsa ni las empanadas tácticas. Os pido robarle noventa minutos a la realidad que nos acecha: hay que darlo todo para pasar a otra final europea. Nos debemos emplear a fondo, para recuperar las sensaciones de las semifinales previas a París, a Milán, a Göteborg… y hacer que la semifinal previa a Bucarest aparezcas eternamente junto a este trío, y así formar un póker europeo moderno.
Que por nosotros no sea.
Nos lo debemos.
AMUNT.
José Luis Aguilar, Pepelu
Socio del Valencia CF
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