VICENTE PERIS LOZAR 1923-2023
“Unos lloran con lágrimas, otros con pensamientos”. Octavio Paz
Me atrevería a decir que desde la marcha cívica y los actos del Centenario de 2019, no me sentía tan bien conmigo mismo al estar escribiendo esto en el lugar y en el sitio apropiado que me dicta hoy mi corazón, en una terraza enfrente de Mestalla, aquí estuve hace un mes aproximadamente, el pasado 20 de mayo, haciéndole honores en su siglo de vida y aquí estoy ahora, de nuevo, casi un mes después, para rememorar otro día 20, pero de junio, haciendo algo que me pide mi espíritu valencianista en plena decadencia.
No sé todavía si pongo punto y aparte, punto seguido o punto final, depende de ellos, de los malos de la película, pero antes de cerrar la puerta le debo esto a él, y también a ella, al padre, a la hija y a mi conciencia.
“Algunos hombres buenos” era el título de una película y bien podría haber sido el título de este texto.
La primera historia oficial del Valencia CF me cayó en las manos con 12 años y me la regaló mi padre “ Historia Viva del VCF “ del año 1987, era por fascículos y editado por Las Provincias, muy bonita, acabábamos de subir de nuevo a primera división y había de nuevo una euforia magnifica en las nuevas generaciones de chavales por el sentir valencianista. No obstante, siendo preciosa en cuanto a la actualidad del momento era también un breve resumen del club pero omitía datos y sobre todo a muchas personas, como bien me di cuenta tiempo después.
Tres años después Miguel Domínguez en su libro “Equipos con Historia” de 1990, me reveló por primera vez a una persona y le concedía una página completa” Muerte en Mestalla” y adjuntaba una fotografía.
Ahora sería fácil, con internet, un click y ya tienes la información, pero antes no era así.
En 1994 Jaime Hernández Perpiñá actualizó su historia del club editada previamente (sin yo saberlo todavía) en 1974. El relato de Jaime era brutalmente sincero y honesto, alguien que sabía desde su experiencia personal de lo que hablaba.
También Paco Lloret en su dilatada carrera le hizo justicia varías veces en alguno de sus libros o artículos.
Con Rafa Lahuerta en Gol Gran llegó la poesía y el amor a Mestalla, el relato de aquellos años son pura magia de cultura de club, digna de la herencia y pasión que transmitía aquel hombre desconocido del que nadie nunca me habló.
“La balada del Bar Torino” fue el libro que necesitábamos y que nos hizo, a mí personalmente, devolverme la fe y la pasión por el club de Mestalla. Esa actitud, ese valencianismo arraigado y desgarrador de Lahuerta me hizo llevar el 8 de mayo de 2021 en la protesta contra los zoquetes de Singapur, una foto de Vicente Peris en las manos y anclarla a las puertas de entrada en la Avenida de Suecia; fue un acto breve y de justicia efímera pero que devolvió por unas horas la dignidad a una institución deportiva secuestrada y empequeñecida a todos los niveles posibles.
Pero quizá la mejor definición de su personalidad la leí hace relativamente poco en el libro del centenario del club y corría a cargo de José Ricardo March:
“Valencianista de cuna, Vicente Peris representaba la plasmación del sueño del aficionado medio: trabajar para el engrandecimiento de su equipo.
Desde su entrada en las oficinas de la calle Félix Pizcueta, en 1939, como botones, Peris no hizo otra cosa que servir al club de su vida. Tras recorrer prácticamente todos los puestos administrativos del Valencia y capitanear la creación del CD Mestalla, Peris fue nombrado secretario general adjunto en 1952, paso previo para asumir el relevo de Luis Colina, su labor mantuvo las constantes vitales de su predecesor, con una predilección especial por el cultivo de la memoria valencianista”
Es cierto que mucha gente estando dirigiendo el club perdió dinero, patrimonio personal, salud o reputación y algunos hasta la dignidad por el Valencia CF; pero Vicente Peris se dejó lo más importante, irreparable y preciado; la vida. He aquí la sustancial diferencia y la deuda que tenemos todavía a día de hoy con él y sobre todo con su familia.
A tiempo estamos cuando el club esté liberado y rearmado de poder reparar una de las tantas cosas que tenemos pendientes con la memoria y dignificación de uno de los nuestros.
También quería pedir disculpas a Merchina Peris Arráez y familia, por si en algún momento dentro de la larga travesía que han sido estos más de 50 años de valencianismo sin el alma máter, habéis sentido alguna vez la falta de calor, el olvido o la indiferencia durante lustros o décadas al no haber estado el Valencia CF ni su entorno a la altura de lo que él representó para nosotros en el pasado y del referente que es en la actualidad.
La historia no se puede borrar ni cambiar, pero hay que escribirla para que ni se olvide ni se altere.
Este 2023 ha sido un año malo, terrorífico para el club, pero para mí lo único gratificante (y que me ha servido para aguantarlo y soportarlo) ha sido honrar a Mestalla y a D.Vicente Peris Lozar en su centenario, no tenía otra motivación para continuar con esta pantomima de club que vamos a heredar del señor Lim y su banda de malhechores.
Esto es una despedida, y las buenas despedidas deben ser rápidas, concisas y directas.
Yo me bajo aquí, pero a todos vosotros, los de entonces y los de ahora, gracias por remover las brasas y mantener la llama.
Mi gratitud es eterna y enorme, como el legado de Vicente Peris Lozar.
Amunt Sempre amics.
I ho sent molt.
Tirant Lo Blanc i negre @Espiritu_del_79